Alma en el corazón de Europa

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Nuria Aldao aúna desde hace siete años política y música en Bruselas

18 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Vaya ciudad más rara para vivir». Fue la sensación que dejó Bruselas en Nuria Aldao Piñeiro la primera vez que la visitó. Entonces estaba en su último año de universidad y fue un viaje de tres días con compañeros a las instituciones europeas. «Esa fue mi primera impresión de la ciudad y no podía ni imaginarme que dos meses más tarde estaría haciendo las maletas para venirme aquí», comenta.

Esta joven de Bueu lleva ya siete años afincada en Bruselas. Actualmente trabaja en el Servicio de Acción Exterior Europeo, aunque recaló en la ciudad belga al acabar sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidade de Santiago para hacer un máster de Relaciones Internacionales, su especialidad. «Acabé el máster y empecé mi vida laboral en el Parlamento Europeo, donde estuve tres años. Después me llamaron de la Comisión Europea para trabajar en la Dirección General de Relaciones Exteriores», explica.

Esa Dirección General se transformó el 1 de enero del 2011 en el Servicio de Acción Exterior Europeo, tal y como establecía el Tratado de Lisboa. Su cabeza más visible es el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, puesto que ocupa Catherine Ashton. Nuria relata que la labor de este nuevo servicio diplomático consiste en trabajar para las más de 130 delegaciones (embajadas) que la UE tiene en el exterior.

Bélgica y Bruselas en particular no son ajenas a la crisis económica mundial, pero Nuria sostiene que en este país su incidencia es menor. «Aquí no ha llegado la crisis de la misma forma que en otros países europeos, pero lo que sí va llegando poco a poco son políticas de austeridad». Apunta que hace unas semanas hubo una huelga general en protesta por los recortes y subidas de impuestos que quiere llevar a cabo el nuevo Gobierno. «Pero desde luego la situación no es tan desesperante como en otros países».

Nuria ve comprensible que hoy exista un fuerte euroescepticismo y que haya mucha gente que ya no cree en el futuro de la UE. «Lo paradógico es que no reciban la suficiente información de algo que en parte están sosteniendo ellos con sus impuestos. Posiblemente, uno de los problemas que existe aquí es que hay demasiados intereses o ambiciones personales que muchas veces hacen olvidar al servicio de quién se está trabajando. Creo que eso es una de las cosas que ayuda a esa imagen que se tiene del funcionario europeo...»

Estar en el centro de Europa es otra de las ventajas de Bélgica. «Te permite moverte a otros países con mucha facilidad». Pero además de la capital, este país tiene, en palabras de Nuria, muchas otras cosas que ofrecer, tanto en la parte Valona como en la Flamenca. «Es curioso ver cómo en un país de la misma extensión de Galicia pueden cohabitar tantas cosas juntas».

Pero la vida de esta mujer tiene otras facetas. Entre ellas destaca Ialma, un grupo folk del que forma parte junto a Magali Menéndez, Marisol Palomo, Natalia Codesal y Verónica Codesal. Ellas se conocieron de niñas en las clases de baile y pandereta organizadas por el Centro Gallego de Bruselas y más tarde se sumó Nuria «de una forma completamente casual».

Aniversario

Este proyecto musical y cultural cumple ya diez años de trayectoria y para celebrarlo nace Simbiose, su nuevo trabajo. Sus cinco componentes cantan y tocan la pandereta y la percusión. Las acompañan cuatro músicos belgas. Nuria señala que con este cedé Ialma «quiere rendir un homenaje a diez artistas o lugares gallegos que de una forma u otra han acompañado al grupo a lo largo de sus diez años». Entre los temas de Simbiose figura Dance like a Galician, una versión libre de Walk like an egytian, que popularizaron The Bangles, con letra del actor y humorista Carlos Blanco y donde se enzalzan las playas, la gastronomía, las verbenas o la vendimia. Ialma participó en conciertos y festivales, además de en Bélgica y alguno en Galicia, en Holanda, Francia, Italia, Serbia, República Checa, Marruecos, Egipto o Taiwán.