La UPG arrasa en las comarcas

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Su tesis para la asamblea del BNG convence a la mayoría de la militancia

15 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Al nacionalismo gallego podría aplicársele aquella máxima del delantero inglés Gary Lineker cuando recordaba que el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania. El Bloque también es un frente político en el que discuten muchos, pero donde siempre vence la Unión do Povo Galego (UPG). Su propuesta política y organizativa, presentada por la corriente Alternativa pola Unidade, de la que forman parte también militantes independientes, ha logrado un respaldo abrumador en las asambleas comarcales.

Debates democráticos y abiertos, en los que no ha habido ni una sola denuncia de irregularidades, y que ayer concluyeron en toda Galicia con un saldo aplastante. La militancia del BNG, por lo menos la que participa activamente, ha hablado claro. Y deja la asamblea y el futuro del Bloque, una vez más, en manos del partido liderado por Francisco Rodríguez, el mejor organizado y el que dirige el frente desde 1982.

Falta por ver si una gran parte de los afiliados que no han participado en los debates preasamblearios -en algunas comarcas son más de la mitad- se van a movilizar para la cita del 28 y 29 de enero. Esa es la gran esperanza del resto de las corrientes organizadas, que aspiran a un respaldo que obligue a la UPG, cuando menos, a ceder terreno y dibujar un frente más plural.

Con sus bazas a resguardo, en una estrategia calculada al milímetro, el partido mayoritario asiste expectante a todo cuanto sucede en el graderío de enfrente, que ha terminado la semana un tanto alborotado. Todos los indicios apuntaban a un pacto entre Máis Galiza, corriente liderada por Aymerich, y el Encontro Irmandiño, dirigido por Beiras. Pero el desenlace ha sido otro: una llamada a un frente amplio urdida por sorpresa por los irmandiños y escenificada por su líder, quien compareció acompañado por Teresa Táboas, el secretario xeral del Partido Nacionalista Galego (PNG) -Xosé Mosquera- y Martiño Noriega, referente irmandiño, que tuvo un papel central. Una elección, esta última, nada casual, y que constituye un mensaje claro de Beiras a Máis Galiza, corriente que considera irrenunciable la candidatura de Carlos Aymerich a la Xunta en cualquier escenario de pacto. Los irmandiños volvieron a mostrar ayer su disposición a hacer un frente amplio e incluso anunciaron que, en caso de que no haya una candidatura unitaria que desafíe a la UPG, apoyarían en una segunda vuelta a la lista alternativa más votada.

Incógnitas

Así las cosas, el BNG encara la recta final hacia la asamblea en el punto exacto que hubiera soñado el partido mayoritario, con su oposición dividida. Quedan, sin embargo, muchas incógnitas. La más relevante, quizás, es saber si la UPG, conocedora de su fuerza, optará por aplicar con frialdad la aritmética o tenderá puentes para recuperar la unidad del nacionalismo y evitar el coste de una posible escisión. Un escenario en el que tendría que avenirse a reformas y en el que la figura de Noriega podría ganar muchos enteros.

Los «irmandiños» insisten en su llamada a un frente amplio para regenerar el Bloque