1Tardaron en conciliar el sueño y despertaron maravillados con los regalos que les dejaron los Reyes Magos, contagiando a los mayores su entusiasmo. Algunos niños hasta tuvieron la suerte de ver con sus propios ojos a Melchor, Gaspar y Baltasar en en el salón de su casa y de que les entregaran personalmente los juguetes. Una gentileza de Arume, que dirigió los pasos de sus majestades de Oriente por aquellos hogares con hijos pequeños que por alguna circunstancia no pudieron presenciar la Cabalgata, aunque a lo largo de la noche se dejaron ver en otras muchas casas. Los Magos acabaron muy de madrugada su trabajo y ayer por la mañana hicieron una última visita al Asilo de Ancianos para entregar otra remesa de regalos a los residentes en este centro.
Paisaje urbano
2Para los peques fue su gran día y a pesar de que las consolas, los videojuegos y los ordenadores los retienen más en casa, muchos se animaron a salir a la calle para estrenar sus nuevas bicicletas, coches de batería, patines, patinetes, skates, balones y, en el caso de las niñas, sus muñecas y sillitas para ejercer de pequeñas mamás. Este paisaje urbano es todo un clásico de la festividad de Reyes en plazas tan emblemáticas como A Ferrería, Curros Enríquez o la Alameda. Gracias a acciones solidarias, ningún niño se quedó sin regalo. Solo la campaña de la AJE de colaboración con los Reyes Magos recaudó 2.500 juguetes y unas 2.000 prendas de ropa infantil.
Una hija de regalo
3Los adultos también tuvieron sus buenos regalos. Ser original cuesta bastante a la hora de obsequiar y hay quien recibe lo mismo cada año, como clásica corbata, el bolso o los guantes. Algunos aún consiguieron sorprender regalando, por ejemplo, un par de entradas para el concierto que la banda británica Coldplay ofrecerá en Oporto el próximo 18 de mayo. Pero para regalo especial el que tuvieron los vecinos de Seixo Jonathan y Ana. La noche de Reyes nació en Hospital Provincial su primera hija, Ruth Fernández Gago, que pesó casi tres kilos y es una monada. Otros tres matrimonios tuvieron ayer en el mismo centro hospitalario ese mismo regalazo de Reyes.
Roscón con premio
4Y para coronar tan espléndida jornada, otro clásico: el roscón de reyes que despacharon a cientos las panaderías y pastelerías pontevedresas y que desayunaron o merendaron en muchos hogares. La rosca suele llevar una sorpresa, una figurita que, según la tradición, al que le toca tiene que pagar otro dulce a los demás comensales. La panaderías Acuña fueron mucho más generosos con sus clientes y lo que metieron este año en sus roscones fueron un billete de 500 euros, dos de 100, tres de 50, 4 de 20, cinco de 10 y diez billetes de 5 euros. Un premio que ayudará a endulzar la cuesta de enero, sobre todo a los más afortunados.