El Pazo Museo de Castrelos desaparecerá tal y como lo conocemos hoy si prospera el rediseño museístico que plantea el BNG para el Vigo del futuro. En este Vigo del siglo XXI, todo el contenido pictórico y escultórico de Castrelos se trasladará al antiguo edificio del rectorado de la Universidad, en la calle Areal. La pinacoteca más importante de Vigo está integrada por más de un centenar de ejemplos de pintura europea antigua procedente del legado de Policarpo Sanz, 84 pinturas del Museo del Prado y más de 800 de obras de arte gallego desde el siglo XIX hasta el año 2000, en el que se dejaron de hacer adquisiciones por falta de espacio tanto para almacenar como para exponer. Además hay casi 400 obras en depósito esparcidas en distintas dependencias.
El de Castrelos es uno de los principales cambios que contempla en plan de rediseño museístico para Vigo ideado por las concejalías nacionalistas de Cultura y Patrimonio, pero no el único. El teniente de Alcalde, Santiago Domínguez, presentó ayer un proyecto global que consiste en intercambiar la función de algunos contenedores culturales y eliminar otras. En el cambalache, el Pazo Museo conservaría allí las artes decorativas (muebles, cerámica, relojes, etc.) y su sección arqueológica ya que se dedicará íntegramente las instalaciones para crear el Museo de la Prehistoria y la Historia de Vigo.
Para el Verbum también hay cambios. Dedicado a la comunicación pasará a ser «o referente galego do patrimonio inmaterial de Galicia e Portugal» y se reservará un espacio para los nuevos creadores vinculados a la lengua y la imagen (vídeo, cortos, cómic, literatura, música, etc). Los cubos interactivos seguirán allí, pero se perfilarán otros contenidos.
Además, la Casa das Artes dedicará a albergar la fototeca de la ciudad, que estaría integrada por el Archivo Pacheco, la valiosa colección fotográfica del Concello formada por obras de artistas internacionales de los siglos XIX y XX, el archivo Ángel Llanos. Sólo el Marco se queda como está.