La investidura de Castro abre la puerta del gobierno de Pontecesures al PP
PONTEVEDRA
?on la ciudadanía todavía noqueada por la polémica resolución de la sesión de investidura, los círculos políticos de Pontecesures se levantaron ayer con las calculadoras en la mano. El primer resultado del nombramiento de Maribel Castro, la única concejala de Independientes de Pontecesures, la formación menos votada de la jornada electoral, con 205 votos, es la parálisis del funcionamiento institucional del Concello. La razón es bien sencilla. Pese a que Castro contó con el respaldo de los tres concejales del PP y los dos del PSOE, ni existe por el momento un acuerdo que sustente semejante apoyo ni hay más gobernantes que la solitaria alcaldesa Con el electorado del PSdeG hecho un basilisco, lo cierto es que la peripecia de Sabariz para derrocar al BNG de Angueira -la lista más votada, con el 40% de las papeletas- está a punto de brindar en bandeja el gobierno municipal al eterno contrincante, el Partido Popular de Randulfe. El mismo al que el propio Sabariz se comprometió a no beneficiar de ningún modo. Aunque la nueva alcaldesa pidió una semana para formar gobierno y anunció que de fracasar se retiraría, en Pontecesures se habla ya de la posibilidad de un acuerdo inmediato con los populares al que incluso podría sumarse Sabariz, a quien, como independiente, no atan las decisiones del PSOE. Entretanto, el ex alcalde, Luis Álvarez Angueira, señala a Sabariz y su «obsesión enfermiza» contra su persona como principal causante de esta situación. «O que me preocupa é o pobo e que poda ser motivo de mofa por este espectáculo», dice Angueira, quien entiende que si la primera sorprendida fue la regidora «sabe ben o que ten que facer», en alusión a la posibilidad de que renunciase.