Gozosas bodas de plata

La Voz

PONTEVEDRA

Praza da Ferrería

24 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Cayetano Salgado y Clara Aldán celebran sus bodas de plata. Hoy exactamente hace 25 años se estrenaba en televisión una serie que marcó una época, Los gozos y las sombras, basada en la obra de Torrente Ballester y con Carlos Larrañaga y Charo López en los papeles de los citados protagonistas. Pero meses antes, esta adaptación literaria había revolucionado también Pontevedra y Bueu, sus dos lugares principales de rodaje de exteriores, que nunca hasta entonces habían vivido durante tanto tiempo la experiencia de ser plató cinematográfico. Los periódicos locales subrayaban el 25 de marzo de 1982 la noticia del estreno con expectación y daban cuenta de las opiniones de sus protagonistas en la rueda de prensa previa a la emisión. Entre otras cosas, contaban que en principio se había pensado en diez capítulos, pero luego se ampliaron a trece y que para entonces la serie costó la astronómica cifra de 165 millones de las antiguas pesetas. Torrente aseguraba por su parte que había aprobado los guiones de la serie «porque sé que lo esencial de la novela se ha trasladado al cine». «Ahora bien -continuaba el autor- los medios de expresión de una novela no son los de una película. En mi novela hay partes que son traducibles y otras que no. Se han efectuado supresiones, se han tenido que sacrificar algunos personajes e incluso algunas historias importantes, pero en lo esencial estoy satisfecho. No se ha introducido nada que pueda falsear las tres historias». Dirigida por Rafael Moreno Alba, además de Larrañaga y López, el reparto contaba también con Amparo Rivelles (doña Mariana), Eusebio Poncela (Carlos) y Rosalía Dans. En cuanto a los escenarios que todos los pontevedreses pudieron reconocer en la película -aunque allí se llamaba Pueblanueva del Conde- hay que destacar, en primer lugar, el Palacete de las Mendoza, hoy reconvertido en Patronato de Turismo, pero que antes pasó de manos privadas a sede de Cajamadrid y por algún otro intento de compra, como el del historiador Xosé Fortes junto a tres amigos en los 80. También la plaza del Teucro guarda el recuerdo de haber acogido en uno de sus soportales la tienda de Clara Aldán, hoy reconvertida en pub y que precisamente conserva el nombre de La Tienda de Clara. Y luego está la zona de Banda do Río, en el municipio Bueu, donde se rodaron también las escenas relacionadas con el mundo de la pesca en que está ambientada la historia. Anécdotas Hace unos años, durante una visita a Pontevedra para la obra de teatro Miss Daisy, la veterana actriz Amparo Rivelles comentaba como anécdota las dificultades que tuvo el equipo de rodaje porque, a pesar de lo que digan, no llovía lo necesario. «Tuvimos lluvia de los bomberos», reía. A pesar de que la comarca pontevedresa ya había acogido una veintena de rodajes de escenas del cine desde el año 24 -quizá la más famosa la saga de Botón de Ancla, desde el 47-, Los gozos y las sombras fue probablemente la que mayor eco social tuvo en la ciudad, que a partir de entonces sí ha sido un plató más habitual. Entre estos últimos rodajes hay que destacar La lengua de las mariposas, con Fernando Fernán Gómez, Dagon, con el fallecido Paco Rabal, o más recientemente Hotel Danubio, dirigida por Antonio Giménez Rico, que contaba en su elenco con Mariola Fuentes. Habrá que esperar otros 25 años a ver si envejecen tan bien como Los gozos y las sombras.