El triste saldo del puerto

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN

PONTEVEDRA

XOÁN CARLOS GIL

Reportaje | Los riesgos de la vida del mar en tierra Incendios y accidentes en obras son las principales causas de accidentes laborales en el interior del recinto marinense, que se ha cobrado siete vidas desde el año 2001

24 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

?as estadísticas de la Autoridad Portuaria señalan desde hace años una media de cuarenta accidentes en el interior de su recinto en Marín desde el año 2001. La mayor parte de los sucesos tuvieron una naturaleza leve y en muchos casos no hubo heridos o tuvieron escasa repercusión. El personal portuario, así como los demás servicios que forman parte del plan de emergencia -bomberos, policía, sanitarios y los propios trabajadores de las empresas- reciben cada cierto tiempo instrucciones sobre cómo afrontar accidentes. Cada año, la Autoridad Portuaria lleva a cabo al menos un ejercicio de simulacro, con el objetivo de mantener al día, en la medida de lo posible, a su personal. Sin embargo, pese a las precauciones y los avances en la legislación de la seguridad laboral, los siniestros con un balance mortal se repiten con una media de entre uno o dos fallecidos al año. Los accidentes portuarios más graves reflejan también el tipo de actividad que se realiza en el puerto: construcción de nuevas infraestructuras tanto públicas como privadas, astilleros y reparación naval y mantenimiento de las embarcaciones. En el año 2001, murió un operario en los trabajos de pilotaje de la terminal cubierta cuando cayó al mar un operario al ceder los anclajes de la estructura. En aquel momento, hubo otros dos heridos. Al año siguiente, un joven murió al quedar atrapado en una carretilla y en el 2003 hubo un muerto por una descarga eléctrica. En el 2004 y en el 2006 hubo respectivamente un fallecido en trabajos que se realizaban en astillero, mientras que el año pasado también murió otro obrero víctima de las heridas recibidas al ser sepultado por una zanja que se desplomó en las obras de la ampliación de la vía férrea. Desenlace más reciente El último incidente mortal ocurrió el pasado día 7, cuando un joven indonesio de 21 años perdió la vida al intentar rescatar a tres de sus compañeros que yacían desvanecidos en el interior de un tanque tras inhalar dióxido de carbono, desprendido de los restos del aceite de gata que cubría el suelo de la cámara. En este suceso, hubo que lamentar otra víctima mortal, también de nacionalidad indonesia, que murió en Montecelo pasada una semana después del trágico suceso y como consecuencia también de la inhalación excesiva del mismo vapor tóxico. El 2004 presenció el incidente más espectacular la década, con el incendio de la nave de Tradepana, en el mes de abril, a poco tiempo de su inauguración. Las llamas destruyeron gran parte de la nave, pero no hubo que lamentar en aquella ocasión víctimas ni heridos. Todo se quedó en un susto. Otro incendio, en esta ocasión en un buque coreano en el 2002, se produjo un incendio mientras se reparaba el barco. Para salvar la vida de los cinco operarios intoxicados por el humo, hubo que cortar los portillos del costado de estribor del barco, donde habían quedado asilados. El rescate terminó con éxito. Fuegos llamativos, pero sin heridos, fueron los de las pilas de eucalipto amontonados en el muelle Leirós en 1998 y de los barcos Volga y Ondarruman.