Análisis | La labor de los cibercentinelas Un grupo de voluntarios se ocupa diariamente de denunciar pornografía infantil en Internet, colaborar en la búsqueda de niños desaparecidos o en anular foros y chats pedófilos
27 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Son más de un millar y viven en al menos veintidós países, la mayoría de habla hispana. Su principal cometido es denunciar y colaborar en la lucha contra la pornografía infantil en Internet. Son los cibercentinelas. Su labor, en opinión de Guillermo Cánovas, es fundamental. En su tiempo libre, los voluntarios buscan aquellas webs donde se pueden estar cometiendo delitos o foros donde se hace apología de la pornografía infantil. Dado que esta última actividad no es un delito en España, los cibercentinelas optan por la acción directa. Empiezan a bombardear estas webs con mensajes alusivos hasta que consiguen su propósito, esto es, que los usuarios opten por clausurarla. Pero también colaboran con algo tan ajeno a la realidad virtual como es la búsqueda de niños desaparecidos. Nada más se tiene conocimiento de este suceso, miles de internautas comienzan a distribuir una descripción del niño -nunca una imagen- así como una dirección de Internet donde poden visualizar una foto. La colaboración altruista de estas personas ha permitido la realización de operaciones policiales en España y otros países que han supuesto la desarticulación de redes que difundían pornografía infantil por la Red. Su trabajo, no obstante, encuentra obstáculos en la legislación. Cánovas señala que existe una «laguna grande que cubrir». Se refiere a la pornografía infantil escrita, ya sea bajo la forma de relatos, cuentos o mera difusión de comentarios. Defiende que, al igual que es delito la apología terrorista o del racismo, también lo sea esta modalidad.