Plaza da Ferrería Los ganadores del concurso de elegancia en categoría de coches antiguos y clásicos fueron un autobús de la marca Unic de 1917 y un Cobra deportivo de los años setenta
14 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Salió el sol desde el amanecer y parecía que había guardado toda la luz de esta semana, en la que estuvo ausente. Brillaba con la intensidad suficiente para que las piezas cromadas de los autos, lucieran más al desfilar junto a los más de cuarenta coches inscritos en la concentración de vehículos antiguos y clásicos que tuvo lugar ayer durante todo el día en Pontevedra. La organización, formada por el club Amigos de los Vehículos Antiguos, (AVA), en colaboración con el Concello de Pontevedra y la Diputación Provincial, también crearon un concurso de elegancia para vehículos antiguos y atuendos de época. Renovarse o morir La mayoría de los dueños presumen con razón del esfuerzo físico y económico que les supuso la operación estética de chapa, pintura y motor. Para ello, cada maestrillo tiene su librillo. En el caso del autobús Unic, la reparación de alguna pieza supone su fabricación artesanal, ya que es muy dificil conseguirlas en el mercado. Otros recurren a Madrid todos los años durante la primavera, para tentar a la fortuna en un rastro de venta de piezas anticuadas, titulado Retro móvil. Una oportunidad para conseguir restos muy codiciados. Y es que la clase y el estilo que emanan estos autos, hace pensar que los gustos estéticos de la industria del motor han cambiado. Pero además de forma radical, con coches adornados por alerones, tubos de escape y frontales, que hacen recordar la nave Enterprise del capitán Spok, en Star Trek. Morris 1300, Seat 128, Austin, Mercedes, Citroen Once, Flim Outh, minis y escarabajos de diferentes colores. Todos con parachoques y tapacubos brillantes en una mañana de sol, atípica en este mes. Los asistentes a la exposición frente al Parador Nacional, pudieron ver de cerca un Unic con capacidad para 15 personas aproximadamente. Este turismo de origen francés que se compró en 1917, y que en la actualidad es propiedad de la empresa Castromil durante esos años. Los coches con manivela de arranque son algo que actualmente es difícil de ver hasta en el cine, aunque ayer el modelo Austin Seven de 1922 demostró que no todo es ficción en las películas. Viaje en el tiempo El desfile de la mañana por el centro de Pontevedra fue un repaso desordenado del siglo XX, donde los modelos se sucedían. Los primeros eran una serie de minis y escarabajos que abrían el desfile, dando paso a marcas históricas como Chevrolets, Alfa Romeo, Mercedes o Cobra. Algunos de los dueños se vistieron de época para ambientar la jornada y optar a ganar el concurso de elegancia, simulando en algunos casos los felices años veinte o la elegancia sobria de la Europa del momento.