María del Carmen García Louzao, empresaria En 1977, un grupo de amigos inauguró una discoteca que iba a cambiar la manera de entender la movida en Pontevedra. Tras un cuarto de siglo de historia, Shiva, nombre tomado prestado de una diosa india, cerró sus puertas «por motivos económicos» y «porque ya no conectamos con la juventud», señaló María del Carmen García Louzado, uno de los propietarios del emblemático espacio.
17 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Desde la constitución de la discoteca, los propietarios de Shiva se implicaron activamente en la vida social de la ciudad. García Louzao resaltó, en este sentido, que «sembramos pero también recogimos, porque le dimos al público algo que seguramente necesitaban». -Tras veinticinco años de existencia, ¿qué es lo que provocó el cierre? -Principalmente motivos económicos. También hay que tener en cuenta que la gente ha cambiado y ya no conectamos con la juventud. Durante quince o dieciséis años fuimos el no va más, pero en la década de los noventa empezamos a tener una competencia muy fuerte con la zona monumental. -¿En qué se concretó esta competencia? -Era algo totalmente desleal. Eran cuatro «baruchos» que vendían las copas a nuestros precios, no pagaban impuestos y su gasto en personal era mínimo. Pero el problema era y es el horario. Cierran a un hora que hace que la gente cuando llega a las discotecas ya no consume. -No obstante, usted antes hacia referencia a que cambiaron los hábitos de los jóvenes... -Sólo hay que fijarse en el hecho de que durante años tuvimos sesión de tarde y de noche, y siempre estaba a tope. Posteriormente, las tardes comenzaron a fallar porque la gente empezó a salir más tarde y sólo los viernes y sábados. Además, preferían ir primero a los bares. Esto, a su vez, provocó que los locales cogieran personal sólo para fines de semana, mientras que nosotros teníamos empleados contratados por toda la semana aunque sólo trabajaran dos días. Nuestro sistema sería inviable hoy en día. Y si a todo esto le sumas que los clientes prefieren que les sirvan gente de su edad... -¿Cómo surgió Shiva? -Al principio fue más que nada un hobby. No montamos la discoteca pensando en un negocio sino que lo hicimos porque éramos muy aficionados a la música. Luego resultó una empresa rentable hasta hace poco. -¿Qué recuerdos guarda? -El buen ambiente que se vivía. Los clientes se apuntaban a todo lo que les proponíamos, ya fueran imitaciones de concursos del Un, dos, tres o realizando los carnavales de verano.