El desembarco de grandes distribuidores en Pontevedra dispara los precios de los locales comerciales del centro de Pontevedra
09 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.El valor del mercado inmobiliario para usos comerciales en Benito Corbal y su entorno sube como la espuma. ¿El causante?: el gigante Zara. Sus planes de expansión en esta calle, con proyectos como Berska y Stradivarius, dos establecimientos dirigidos al sector más joven, son algo así como el rey Midas de la zona. En esta calle, considerada en el sector como la milla de oro de la ciudad de Pontevedra, la última operación firmada alcanza la nada desdeñable cifra de 700.000 pesetas (4.207,08 euros) mensuales, IVA aparte por el alquiler de un local de aproximadamente 160 metros cuadrados. También están interesados en este entorno dos importantes cadenas de distribución, en este caso de alimentación. Una de ellas es Mercadona, un importante grupo valenciano que ya está presente en 11 comunidades autónomas y que proyecta expandirse por Galicia. El grupo, que preside Juan Roig y que cerró el 2000 con una facturación de 3.366 millones de euros (560.055,28 millones de pesetas) ya se ha interesado por varios emplazamientos para desembarcar en la ciudad. Champion, filial de Carrefour, también está interesada en cruzar el puente de A Barca e instalarse en una zona más comercial. Intermarché, otra cadena también francesa, que nació en 1969 como iniciativa de un grupo de 92 distribuidores, también ha mostrado su interés por Pontevedra, según confirmaron fuentes del sector. Entre las ubicaciones que podrían cuajar para el desembarco de estos potentes grupos están los bajos del edificio «más caro», según fuentes del sector inmobiliario, que construye Benigno Esperón en la confluencia de Cobián Roffignac y Vázquez Lescaille. El metro cuadrado de las viviendas -de lujo- ronda las 400.000 pesetas (2.404,05 euros) y el de los bajos comerciales, el millón de pesetas (166.386 euros). En medios inmobiliarios se considera, por el contrario, que el centro histórico, «salvo excepciones, no arranca». Estiman que la peatonalización ha depreciado inmuebles como el palacete de Caja Madrid.