Óscar

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez A BOTE PRONTO

XINZO DE LIMIA

26 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Óscar es para... Quizás ya se ha perdido algo de glamur, desde que dejamos atrás aquellos vocablos anglosajones que recorrían el planeta, and the winner is, pero es lo que hay. Ahora ni siquiera va el presentador de la gala, porque la mayoría de los candidatos no se exponen a los haters en Twitter y en otras redes.

Los que nos atrevimos a escrutar la ceremonia de este año descubrimos, también, que prácticamente nos bastaba la lista de favoritos para recitar, un segundo antes de oír al ganador, los nombres de los galardonados. Hasta el final, porque cuando a todos nos salía Roma como mejor película -por mucho que a nuestro primo no le molara nada-, llegó Julia Roberts y soltó aquello de: Green Book.

Como diría uno de por aquí, hasta el rabo todo es toro. Y eso piensan también en la UD Ourense, donde nadie se fía de las trece jornadas restantes, por mucho que su equipo huela a promoción y se merezca un Óscar por lo bien que responde en los momentos claves, como el de Cangas. Otra estatuilla le daríamos a un Carlos Canal que salió rodeado de laureles de la campaña de ciclocrós y se montó en la bici de montaña para lograr su primer triunfo en las UCI Júnior Series, en modalidad olímpica. El camino es largo y se lo puede explicar Pablo Rodríguez, pero el de Xinzo viene fuerte. Lo vio Coloma -todo un medallista en Río- y apostó por él.

El resto de los premios aún están en juego y, si el COB está adaptando su guion, todos tenemos el pálpito de que lo mejor está por llegar. Es que García de Vitoria es una especie de Cuarón, sin acento mexicano. Y todo al son de una rapsodia bohemia de Queen.