Los daños se han cuantificado en parte: 600 hectáreas quemadas y algunas pérdidas de bienes materiales. La empresa Aguas de Sousas vio afectada una parte del material que guardaba en sus instalaciones y un empresario local que se dedica a la compraventa de coches perdió varios vehículos antiguos que guardaba en una nave en Ábedes.
El Concello de Verín solicitará al Gobierno la próxima semana, según anunció el alcalde Gerardo Seoane, la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia, para que los particulares afectados puedan reclamar alguna subvención que les compense los daños sufridos. «Fue intencionado. A degüello. Buscaban que los medios de extinción colapsaran, pero no esperaban que hubiese tanto dispositivo», afirma el alcalde de Verín. Una decena de helicópteros y otras tantas avionetas, además de dos BRIF del ministerio, la de Laza y la de Tabuyo, así como bomberos de Portugal, fueron algunos de los medios desplegados. Su labor fue clave para evitar males mayores. Pero dada la situación meteorológica, con una sequía prolongada, los alcaldes ourensanos cruzan los dedos. Ayer, las avionetas todavía sobrevolaban Verín para sofocar un par de reproducciones del fuego.