El alcalde de Verín quiere frenar la organización de viajes de botellón al Xoves de Comadres

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

VERÍN

Santi M. Amil

Ha pedido apoyo para erradicarlos a las fuerzas de seguridad

14 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Verín quiere erradicar el desembarco «descontrolado» de cierto tipo de público a la celebración del Xoves de Comadres, una de las citas más emblemáticas y multitudinarias del entroido local. Según el alcalde, Gerardo Seoane Fidalgo, la celebración se ve perjudicada por la organización de viajes por parte de particulares que «son en realidade un botellón rodante» que ocasiona graves problemas de convivencia en la villa. El regidor formalizará hoy una denuncia para insistir en la queja que, según afirma, ya ha trasladado verbalmente tanto al subdelegado del Gobierno como a las autoridades policiales y judiciales.

«Son viaxes que organizan un par de persoas e que moven a través dos campus universitarios de Vigo, Ourense, Pontevedra e Lugo, aínda que non están limitados a universitarios senón que se apunta quen quere. Veñen bebendo xa no autobús así que cando baixan as mulleres as once da noite xa empezan os problemas porque se meten con elas», relata el alcalde verinés. Seoane Fidalgo, que cifra en más de un millar de personas las que aterrizan en la fiesta a través de esas caravanas organizadas, esgrime en su petición de apoyo para erradicar el problema a la responsabilidad que la Constitución otorga a los poderes públicos para garantizar la defensa y protección de la seguridad y la salud. «O consumo masivo de alcohol entra de pleno nas condutas lesivas para a saúde descritas en toda a lexislación estatal e autonómica», relata, recordando que «por si fora pouco temos a constatación de que incrementan notablemente os perxuicios contra a seguridade das persoas e polo tanto do conxunto da celebración». Alude a los datos de la propia Guardia Civil para recordar que el pasado año hubo esa noche 13 peleas, una de ellas con un apuñalamiento, frente a las 4 registradas en 2014; y que en ese período también se incrementaron exponencialmente los casos de coma etílico, pasando de 13 a 33. El alcalde reconoce que la situación no es exclusiva de esta fiesta. «É o mesmo desembarco etílico que se organiza para a Festa da Istoria de Ribadavia, a do boi de Allariz ou a do pulpo do Carballiño», señala. Aunque es consciente de la dificultad legal para frenarlo «pódese facer, porque en Palma de Mallorca ou na Costa Brava lográrono».