Cuando la Xunta rebajó el precio del metro cuadrados a la mitad en los polígonos industriales de la provincia, cabía pensar que los parques empresariales se llenarían de actividad. Sin embargo, tal y como denunció ayer en O Hórreo el grupo parlamentario de En Marea, en muchos casos las parcelas vendidas con esas bonificaciones siguen sin actividad. Esos terrenos están vacíos, sin naves, y, pese a ello, no hay suelo disponible.
Esa formación ponía el ejemplo de Ribadavia, pero lo mismo ocurre en otros polígonos ourensanos y también del resto de la comunidad. En este caso, la Xunta ya estaba trabajando en ello. Tal y como adelantó La Voz de Galicia la semana pasada, la Consellería de Infraestruturas e Vivenda ha enviado comunicaciones a los propietarios de los terrenos donde aún no se han ejecutado los proyectos comprometidos. «Non é oportuno realizar novos investimentos na ampliación de parques empresariais mentres existan parcelas sen uso», argumenta ese departamento autonómico.
Como resultado de esta estrategia, en el caso de Ribadavia, la Xunta envió cartas a los propietarios de esas parcelas. Dos ya comunicaron que están redactando los proyectos para sus naves y otro más dijo que el terreno adquirido no es suficiente para su empresa, por lo que se buscará una solución específica para él. En otros cinco casos, el gobierno autonómico no ha recibido respuesta alguna. Según dijo ayer el director del Instituto Galego de Vivenda e Solo, esperarán un «tempo prudencial». La Xunta no puede permitir que se especule con ello.