Esto es todo, amigos

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Las bajas de varios de los pilotos punteros reabren el debate sobre la escueta parrilla del nacional de Asfalto

10 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que peinamos canas recordamos aquella tartamudez de un cerdito de dibujos animados, para despedir un inolvidable espacio televisivo de dibujos animados, con la frase que se convirtió en mítica: «Esto es to, esto es todo amigos».

El Rali de Ourense ya es también inigualable, es todo un referente del automovilismo nacional y una de las citas más esperadas del año a la hora de hablar de competiciones sobre el asfalto de las carreteras españolas. Aún así, está sujeto a un corsé que necesita un meneo para romper ataduras. Un Campeonato de España que se está quedando atrás a la hora de ofrecer espectáculo, aún contando con varios de los primeros espadas del automovilismo de nuestro país.

De modo paulatino, han dejado de encandilar a las marcas de caché y tampoco han sabido incorporar novedades que resulten atrayentes para el espectador. Incluso loables apuestas como la de la BekaR2 se queda corta, porque no son suficientes los jóvenes pilotos que se van sumando al panorama de la competición estatal.

Esto es todo, amigos. Así lo resumía un aficionado a pie de cuneta, en el tramo de Melias, durante la mañana de ayer. Antes de tomar posiciones a la espera de la llegada de los mejores coches del Campeonato de España, se confirmaba por distintos medios la baja definitiva de Cohete Suárez, que no había conseguido reengancharse para recorrer la trilogía del sábado. Ya con los coches en marcha, podíamos saber que Surhayen Pernía tampoco llegaría a nuestra curva, porque su máquina se había quedado parada en el camino, tras una salida de pista, como podíamos ver en la aplicación móvil del CERA.

Y es que la estructura está montada, pero le falta chicha a un campeonato que, aún siendo largo, parece condenado al mano a mano entre Iván Ares y Miguel Fuster. Poco más queda que echarse a la boca. Deberían tomar nota en la federación española, porque incluso en un tinglado tan intercontinental como el de la NBA sus rectores comienzan a echarse las manos a la cabeza porque los Golden State y Cleveland repitan final cuatro años consecutivos.

El CERA necesita savia nueva y una inyección de alicientes, con el fin de que sus seguidores no sigan resumiendo lo visto con un «esto es todo, amigos».