Aposiopesis extraterrestre

tareixa taboada OURENSE

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Dibujos y colajes de Pablo Rivas Blanco en el Bar Ideas de Ourense

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

“La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a quemarse” Oscar Wilde

El Bar Ideas, en el casco antiguo de Ourense (Lepanto, 5) conjuga el mejor ambiente de la ciudad, aunando la gastronomía más innovadora con la tradicional y dinamiza su espacio como plataforma estética que expone proyectos artísticos. Un fantástico equipo formado por Lucía Barrera Aldemira, Javier González Rey y David Gómez da vitalidad y entusiasmo a este local situado en el corazón de la zona vinos.

Una docena de obras dan forma a la exposición de Pablo Rivas Blanco Exploradores del exterior. Su obra, figurativa, está vinculada al cómic retrofuturista y a la ilustración, planteando un dibujo filiforme que aisla los perfiles para voluminizar las masas que se presentan desde el garabatismo compulsivo como expresión del discurso y conector del descontento emocional. Los personajes, alienados, aislados, ensimismados, intuyen el desencanto en una aposiopesis, ya que como en la figura literaria, deja, por omisión, incompleta una frase para dar mayor importancia a lo que se calla; es aquí donde el artista suprime la información contextual para situar a estos personajes alienígenas en espacios imprecisos por la falta de coordenadas perspectivas.

El tema central de sus creaciones es el ser humano (en forma de alien extraño) y las funciones y disfunciones del hombre con la sociedad y la adaptación al hábitat social contemporáneo. Sus personajes constituyen una representación tierna y trágica, surrealista de intensa angustia existencial, una elegante desolación ficticia que reconstruye realidades e inquietudes inmediatas. Seres invisibilizados, ajenos, descartes, al haber quedado fuera de la matriz de lo normal.

Gabinetes de curiosidades

Su dibujo remite al maestro de la ilustración macabra, Edward Gorey, que tanto ha influido en el discurso estético de Tim Burton con sus imágenes excéntricas y el equilibrio entre humor ácido y ternura, con la tensión del blanco y negro de la novela victoriana y el recogimiento de los personajes pálidos y oscuros, con intención de literary nonsense y la aparente sencillez del dibujo. Similar interés estético es el del director de animación checo Jan Svankmajer, Terry Gilliam y los hermanos Timothy y Stephen Quay para producir obras inquietantes y sugestivas, con unos personajes que parecen recuperados de la casi extinta tradición de los gabinetes de curiosidades decimonónicos, anclados en una atmósfera oscura, heredera de grandes inspiradores literarios como Bécquer, Lovecraft, Guy de Maupassant, Poe o Wilde. Pablo Rivas demuestra una exacerbada imaginación a través de los dibujos, ilustraciones y colajes intervenidos que presenta en el Bar Ideas.

En Exploradores del exterior el artista asume la condición de portavoz del misterio frente al interés decorativo, el hermetismo conceptual y un énfasis dramático de una línea de dibujo ascética y breve pero de gran magnetismo expresivo, la presentación de los personajes y la asunción de la anécdota con influencia del expresionismo alemán de las primeras vanguardias, el entusiasmo de Picabia, Lady Murasaki Shikibu, la inquietante sorpresa de T. Louie y el esplendido bestiario, tierno y misterioso del inquietante Gorey.

El artista libera su potencial creativo desde la tinta ausente de la materialidad de la textura sobre fondos planos para reafirmar el protagonismo de la ficción figurativa, siempre equilibrada en el primer plano hacia donde los puntos de enfoque convergen. Sus criaturas alienígenas más que temor infunden ternura en la oscuridad avernal de sus enormes ojos abisales y la distorsión deformante de los rostros que anuncian una soledad tan asumida como impuesta. Son enternecedoras las formas que sugiere en la bonhomía de los rostros sugeridos por el contraste del blanco y negro en una escala de grises que proyecta la figura hacia el espectador.

Seres acuáticos, organismos hipertrofiados, alienígenas exploradores que parecen registrar toda la realidad sensible desde el fondo de sus ojos infinitos, criaturas mixtas, animalizadas, con anatomías complejas, seres orgánicos e inorgánicos, pisciformes levitantes, esquematizados, simplificados, telúricos. Perfila un cromatismo valiente en los fondos efervescentes dominados por tonos fríos. En los colajes articula en la imagen intervenida, la eclosión de dos mundos.

Rivas, con su peculliar visión del mundo, plantea las alteridades del ser humano y su relación con la sociedad, para expresar sus inquietudes con serena nostalgia.