«En Ourense hai canteira musical»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

El Espazo Lusquiños sirve de local de ensayo para 16 bandas de jóvenes ourensanos

08 dic 2016 . Actualizado a las 17:53 h.

Un año y medio después de su apertura, el Espazo Lusquiños de Ourense ha cumplido de sobra las expectativas con que inició su andadura. Superadas las trabas burocráticas y las lagunas en el propio proyecto que tuvieron la instalación del barrio de A Ponte cerrada a cal y canto, las actividades se suceden en un lugar que ya es un referente para los más jóvenes. Especialmente para los que quieren hacerse un hueco en el mundo de la música y dan sus primeros guitarrazos. La instalación que lleva el nombre del fallecido productor musical Moncho Lusquiños se ha convertido en un laboratorio en el que fluyen los proyectos musicales de jóvenes ourensanos, la mayoría de ellos todavía menores de edad.

Al frente de la coordinación del espacio se encuentra Sonia Albor. Y habla con doble de conocimiento de causa. Por un lado ha visto crecer a la instalación desde el día de su apertura hasta la actualidad, que cuenta con un total de 16 bandas que ensayan con frecuencia en sus cuatro locales habilitados. Y por otro es música. Toca la batería en el grupo Fermento. de death metal. «Levo moitos anos tocando e por iso coñezo o ambiente musical en Ourense», asegura. Es por eso que la coordinadora del recinto sabe bien que la oportunidad que brinda el Espazo Lusquiños a los más jóvenes es inmejorable: «En Ourense hai canteira musical. Vén moita xuventude a ensaiar, moitos deles menores de idade. Teñen moito camiño por diante e que formarse, pero esa é a filosofía deste espazo: acoller aos mozos que queren empezar no mundo da música para darlle a oportunidade de ter un proxecto que se consolide».

Su experiencia vital y la que vive cada día en la instalación de A Ponte le hace tener claro que al ímpetu inicial de los jóvenes aprendices siempre llegan los titubeos. «Chegan con moita ilusión. Comezan case sempre facendo versións, pero eu lles insisto en que busquen o seu propio estilo e que compoñan os seus propios temas», explica la ourensana Sonia Albor.

Y a la hora de detallar qué estilos musicales son los que se imponen en el Espazo Lusquiños, no es que barra para casa pero explica que «son cañeros», aunque también hay grupos de música tradicional. En la actualidad, se encuentra en fase de grabación un cedé recopilatorio de los grupos que han pasado durante este año y medio por el Espazo Lusquiños. A la espera de que salga a la luz, los jóvenes músicos entran y salen de bandas, a la vez que comparten otros proyectos musicales. Hay quien no duda, si es necesario, en colocar un cartel para buscar un cantante o batería para su formación. El ambiente musical se rezuma en la instalación por los cuatro costados.

Y aunque la música es la base sobre la que se cimienta la también conocida como Casa da Mocidade, el recinto va mucho más allá. En la planta baja cuenta con un aula de formación que está abierta para cualquier asociación o colectivo que demande sus servicios. No faltan tampoco las zonas de juego, que cuentan con una consola, un futbolín, un billar y tenis de mesa. En la planta alta se encuentra otro de los grandes atractivos del recinto: el auditorio Benito Losada. Se trata de un pequeño teatro que cuenta con 64 butacas retráctiles, que permiten su utilización como espacio para clases de danza, teatro o baile, además de para actuaciones y representaciones con público.

Uno de los retos que le queda por delante al Espazo Lusquiños es abrirse un poco más a la ciudad. Hasta el momento, la mayoría de los usuarios llegan desde el barrio de A Ponte, tanto en el horario matinal como en el vespertino. Sus puertas están abiertas para todos ocho horas de lunes a sábado. «O que ven, desfruta e cada vez se apunta máis xente», concluye Sonia.

Identidad. Sonia Albor es la coordinadora del Espazo Lusquiños, ubicado en la avenida de Marín.

Aficiones. La música es su pasión. Toca la batería en el grupo Fermento y desconecta rodando en una Harley Davidson. «Rompo un pouco os estereotipos. As mulleres podemos conseguir o que queiramos», asegura.