O Barco insta a los dueños de 80 edificaciones sin rematar a que concluyan las obras

María Cobas Vázquez
m. cobas O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

LOLITA VAZQUEZ

Una veintena de afectados ya han solicitado información

11 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Policía Local de O Barco de Valdeorras detectó la existencia de más de 80 edificaciones sin rematar. Son construcciones que en su día pidieron licencia pero que esta no fue ejecutada en su totalidad (o que poco más que se empezó); y en algunos casos han ido pasando los años sin cambios. Pero la situación no puede seguir así. La Lei do Chan de Galicia recoge la obligación de los propietarios de rematar las edificaciones, y el Concello está por la labor de hacerla cumplir. Es por eso que a lo largo de esta semana se enviaron notificaciones de aviso a los propietarios de 60 de estas edificaciones para que cuanto antes reanuden las obras. En lo que respecta a las 20 restantes, el concello sigue buscando los datos relativos a los dueños para poder notificarles la situación.

La carta enviada señala que las construcciones deberán presentar todos sus parámetros exteriores y cubiertas totalmente terminadas, tal y como recoge la Lei do Chan, que busca mejorar el paisaje edificado en toda Galicia. Además, se recomienda a los propietarios que acudan al Servizos de Obras e Urbanismo, situado en el primer piso del edificio multiusos, para recibir más información sobre los trámites a seguir. Fue un consejo que siguieron ya una veintena de afectados, según informa el gobierno local. «A maior parte deles xa mostraron a súa disposición de iniciar os trámites para a realización dos traballos», explican fuentes municipales.

Recuerdan desde O Barco que la ley es de obligado cumplimiento, por lo que después de un tiempo transitorio para que la gente la acate, se empezarán a abrir expedientes administrativos, que llevarían la imposición de multas.

El caso del casco viejo

La situación de edificios paralizados responde a muchas casuísticas diferentes, desde el promotor particular que decidió abandonar el proyecto o que simplemente no contaba con fondos suficientes para seguir y decidió pararlo; hasta la entrada en concurso de acreedores de las constructoras.

Precisamente eso fue lo que sucedió con el edificio que está a la entrada del casco viejo subiendo por la calle Pérez Lista. El bloque de viviendas estaba en obras (e iba a buen ritmo) cuando la empresa promotora quebró y durante años el inmueble fue pasando de propietario en propietario (se la quedó una de las antiguas cajas de ahorro, que fueron entrando en paulatinas fusiones hasta acabar aglutinadas en un banco) hasta que finalmente Abanca decidió continuar los trabajos.