Voluntarios y vecinos aprenden en Maceda a frenar el arraste de cenizas: «Aquí non veu ninguén e temos chapapote ata nas estradas»
MACEDA
Amigos das árbores organizó un taller en O Alto do Couso para recuperar el monte quemado en los incendios
17 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un treintena de voluntarios desafió este domingo a la lluvia y el frío en Maceda para aprender a frenar el arrastre de cenizas tras los incendios. Una consecuencia que ya se sabía desde antes de extinguir el fuego pero que nadie parece paliar en el monte quemado. «Aquí aínda non veu ninguén das adminstracións públicas e temos chapapote ata nas estradas e nos ríos», denuncia una de las vecinas del municipio. Amigos das árbores organizó un taller para enseñar a colocar barreras naturales que eviten el negro caudal que baja por las laderas calcinadas.
El incendio que afectó al concello de Maceda afectó a más de 3.500 hectáreas, aunque acabó uniéndose a los que se iniciaron en Montederramo y Chandrexa de Queixa. Las cenizas de esta inmensa superficie se deslizan por el monte desde que empezaron las lluvias, afectando a ríos como el de Tioira, a regatos y algunas captaciones de abastecimiento de agua. Los vecinos esperaban que las labores para evitar este problema empezasen en enero, pero relatan los asistentes al taller que todavía no se hizo ninguna barrera. Por eso se organizaron para, en primer lugar, a prender a hacerlas.
Bajo la explicación de agentes forestales, una treintena de voluntarios salió desde el Alto do Couso hasta una ladera quemada. Aprendieron a hacer barreras antierosión con alpacas y estaquillado de árboles. Clavan las estacas cada cuatro o cinco metros, en el medio ponen paja o centeno y encima colocan troncos quemados en forma de «espina de peixe», en V, para que no haya tanta escorrentía. Preparan además un espacio para plantar un árbol, porque en piedra no se puede. «Hai unha capa de cinco centímetros dese chapapote e debaixo a terra está totalmente seca, dímonos conta de que é impermeable e que é imposible que debaixo nazca nada. Entraban ganas de chorar», lamenta una de las asistentes.
Actuaron en una superficie de terreno muy pequeña porque el principal objetivo era aprender a proteger esa tierra. Prevén hacer un tutorial y publicarlo para que cualquier voluntario pueda hacer estas barreras. Los vecinos de Maceda recordaron que el problema de las cenizas es una realidad en toda la provincia afectada por los incendios, aunque hasta el momento las administraciones públicas se centraron más en Valdeorras. «Sabemos que é grave en todas as zonas, é unha situación que nunca vivimos, penso no Prestige, que todo o mundo foi consciente de problema que había e axudou, non sei por que agora non», lamenta.
La Xunta y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil habían anunciando una reunión conjunta para atajar el problema, que aún no sucedió, tras semanas de falta de coordinación entre ambas entidades. Las dos aseguraban que sus equipos ya estaban trabajando en el monte y en los cauces de los ríos, pero los problemas de abastecimiento continúan.