La ourensana Estrella Almeida cumple 103 años: «O truco é ir ao campo e cantar moito»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA CELANOVA / LA VOZ

CELANOVA

Estrella dedicó toda su vida a trabajar en el campo aunque le gustaba hacer de todo
Estrella dedicó toda su vida a trabajar en el campo aunque le gustaba hacer de todo ALEJANDRO CAMBA

La residencia San Carlos de Celanova celebrará el cumpleaños de Estrella, que disfruta de una memoria impecable sobre todo para recordar el día que conoció a su Pepe

23 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La segunda más veterana de la residencia San Carlos de Celanova cumple el próximo lunes 103 años. Estrella Almeida recuerda al detalle su siglo de vida y tras narrar las alegrías y las tristezas resume: «Estou moi contenta». Nació en Amoroce, en Celanova, aunque se casó en Piñeiro. Se dedicó toda su vida a trabajar en el campo, primero aprendiendo junto a su padre. Todavía recuerda cuando llegó la moda de los arados de dos ruedas: «Dicíalle papá déixame probar a min, pero tardou!». Después, pasó horas y horas ella sola por el monte llevando a pastar a los animales y guardándolos. Pese a lo sacrificado, Estrella sentencia que le encantaba. ¿Qué hacía para entretenerse tanto tiempo sola? Cantar mucho. «Encantábame, tiña moi boa voz», presume riendo. A su labor como ganadera se unían más chicas del pueblo e iban todas juntas al monte, cantando o escuchando las historias que a Estrella se le daba bien contar. Fuera de la jornada de trabajo compartieron también las noches de las fiestas patronales o las novenas. «As mozas criámonos coma se fóramos irmás», recuerda. Con más emoción que a sus amigas, Estrella recuerda inevitablemente entre lágrimas al que fue su compañero de vida, Pepe. Su marido murió cuando la ourensana tenía solo 42 años, después de 20 de matrimonio. «A única vez que saín de Ourense foi para ir a Santiago ao hospital cando o ingresaron e saíu mal», recuerda. Fue una pareja feliz y, sobre todo, que se quiso mucho.

Aunque hace más de 50 años que Estrella enviudó, se acuerda con detalle de cómo se conocieron. Fue en una feria ganadera del 12 de septiembre a la que había ido a vender una vaca. Se topó a Pepe y sus hermanos. «Preguntoume se tiña mozo e díxenlle que non porque o que quería era bailar e con mozo unha estaba suxeita», relata. Aunque al principio sus padres no apoyaban la relación, Pepe insistió y así vivieron unos buenos 20 años. Antes de mudarse a la residencia, recuerda que le gustaba «facer de todo» y todavía lo sigue aplicando en el centro. Además, tiene la suerte de que una de sus nietas es una de las trabajadoras. Con algunos achaques en la respiración y de movilidad, Estrella disfruta de la privilegiada memoria que conserva. Para llegar a los 103, el truco cree que es «ir ao campo e cantar moito». A las futuras generaciones que aspiran a su edad les diría: «Sede moi cariñosos e faladores uns cos outros, antes estabamos máis unidos».