La tienda de CasAberta en Celanova

Maite Rodríguez Vázquez
Maite Rodríguez OURENSE / LA VOZ

CELANOVA

Elena posa con algunos de los productos locales que venden en TendAberta, en Celanova.
Elena posa con algunos de los productos locales que venden en TendAberta, en Celanova. MIGUEL VILLAR

Abre en la villa un local con productos gallegos y de proximidad y en el que encontrar bienes básicos los fines de semana

26 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una extensión de la popular taberna CasAberta ha abierto en Celanova para dar un servicio complementario a vecinos y visitantes de la villa. La TendAberta se encuentra a unos metros del bar, en la misma plaza de Cervantes o Praza das Pitas, y es el segundo proyecto empresarial de Berta López Paz, fundadora del primer local, que se ha convertido en un referente del tapeo en el pueblo.

En la tienda se pueden encontrar productos de proximidad, de alimentación y de artesanía. La tienda de Casa Aberta es el lugar donde encontrar, por ejemplo un domingo, un vino o un queso para llevar a la casa a la que te han invitado a comer, o donde conseguir leche, pan o unas conservas si te falta alguno de estos productos básicos. Allí está Elena atendiendo al público, de jueves a domingo, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, según el horario primaveral de apertura.

El lema de Berta López es «merca distinto, regala diferente». Por eso, en este nuevo establecimiento que abrió sus puertas en Semana Santa se pueden encontrar regalos para disfrutar y compartir, como quesos, rosquillas o pan de Celanova, licores de la zona, vinos gallegos —aunque también tienen riojas o riberas— miel, miermedadas, conservas Catrineta, cafés de autor Ribagorda —incluida la mezcla especial que elaboran para CasAberta—, y también objetos tradicionales, como piezas realizadas por un hojalatero local o cerámicas del Alto do Couso y camisetas con el nombre de Celanova impreso. Berta explica que se hacen cajas de regalo por encargo adaptándose a lo que quiera gastar el cliente.

Berta López no quería caer en el típico suvenir «recuerdo de» pero sí ofrecer algo que visitantes y vecinos no tenían hasta ahora. «Celanova merece algo como esto», defiende la propietaria, asentada hace más de veinte años en la villa de San Rosendo.