La residencia de mayores de Celanova donde murió una mujer suma otros 25 contagios; y hay 11 en la de Barreiro, Vigo

La residencia de mayores San Carlos, en el municipio ourensano de Celanova, se convirtió en uno de los puntos de preocupación en Galicia sobre el impacto que la pandemia está teniendo en este ámbito. Tras el fallecimiento de una mujer de 93 años en este centro el pasado viernes, en la noche del sábado se conocía otro positivo, el de una usuaria que se hallaba ya ingresada en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).

A primera hora del domingo, llegaba la certeza del aluvión de infectados, con otros 24 casos. Se trata, según confirmaron desde la propia residencia, de 13 usuarios de avanzada edad y de 11 profesionales sanitarios que atienden a los mayores.

El principal foco de COVID-19 en una instalación de estas características en Galicia se sigue al minuto desde la Consellería de Política Social, donde se evalúa de manera constante la estrategia para frenar los contagios y velar por la salud de los infectados. En comunicación con Sanidade, y siempre bajo criterios médicos, fuentes de la Xunta aseguran que se barajan todos los escenarios, desde que permanezcan los mayores aislados en el centro o que se opte por el traslado a otros que tengan capacidad para acogerlos.

Según estas fuentes, los 13 afectados se encuentran aislados y estables, alejados del resto de usuarios de la residencia, que cuenta con 58 plazas. Todos los trabajadores fueron sometidos a la prueba del coronavirus para descartar nuevos contagios. Los profesionales que dieron positivo se hallan también aislados en sus casas y sin complicaciones médicas.

La noticia cayó como un jarro de agua fría en Celanova, que había preparado un sencillo acto de homenaje a media mañana para la fallecida. Todos los vecinos estaban convocados para aplaudir desde sus ventanas en recuerdo de la primera víctima mortal por coronavirus en la provincia de Ourense. Entre los que participaron en el acto ciudadano estaba, ante el consistorio, el alcalde, Antonio Puga, quien mostró su consternación. Los vecinos no fallaron, aunque a esa hora el desánimo ya se había expandido por la villa tras conocerse los nuevos positivos en la residencia.

La mujer que falleció el viernes había ingresado en el CHUO 24 horas antes. Tenía patologías previas y había ido acompañada de otros dos usuarios, que habían evidenciado síntomas preocupantes en las últimas horas. Uno dio positivo y el otro negativo.

A lo largo de la jornada se intensificaron las labores de desinfección en el centro.

Barreiro, en cuarentena

En cuanto a la residencia de mayores de Barreiro (Vigo), gestionada por Domusvi, ya registraba este domingo trece personas con el coronavirus, once residentes y dos trabajadores. Un portavoz de la Consellería de Política Social confirma los datos. De los usuarios, tres están en el Hospital Álvaro Cunqueiro y otros ocho han sido derivados al Hospital Vithas Fátima.

La residencia tiene 150 internos. La mayoría no se han quedado ingresados en ese centro hospitalario, aseguran fuentes sanitarias, sino que se les ha decretado el aislamiento domiciliario, que puede ser en casa de sus familias o en la propia residencia.

Fuentes de los familiares explican que dentro de la residencia también se ha aislado a un grupo de residentes en un ala porque tienen síntomas compatibles con la enfermedad. Se han hecho pruebas del COVID-19 a más internos y las familias creen que va a haber más positivos. La Policía Local acudió con una brigada de desinfección.

Fuentes de Domusvi remiten a Política Social. Lo que sí explica la empresa es que para las cuarentenas de residentes se están siguiendo los protocolos establecidos. «Se han reforzado las medidas de prevención y de protección del personal y los residentes», explica.

Además, se fijó un sistema de videollamadas para que las personas que viven en el centro puedan estar en contacto con sus familias, que desde hace una semana tienen prohibida la visita, como ocurre en toda Galicia.

El presidente de la Federación Galega de Usuarios de Familias da Dependencia e Residencias, Paulino Campos, indica que a los ancianos que permanecen en Barreiro los han metido en sus habitaciones «con la intención de que no salgan, pero en algunos casos no es fácil». Llevan así desde el sábado.

El brote comenzó con dos positivos el viernes. Ese día, se le hicieron las pruebas al médico, que tenía síntomas de infección respiratoria, y Política Social llegó a confirmar el contagio. Pero los resultados fueron negativos.

El BOE publicó el sábado una orden que establece que el personal sanitario de las residencias en contacto con infectados tiene que seguir trabajando sin guardar cuarentena si las pruebas son negativas, aunque hasta ahora los aislamientos preventivos eran de 14 días. Así que el médico regresó. Pero la situación se complica. Un grupo de ancianos fueron derivados el sábado a Fátima, donde quedaron ingresados en aislamiento a la espera de los test microbiológicos, cuyos resultados ha confirmado la Xunta.

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