En la pastelería Caneda llevan más de cien años elaborando el dulce trivés por antonomasia
02 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La pastelería Caneda como tal la abrieron Marité y Gregorio Caneda allá por 1899. Pero con el negocio de los dulces y las harinas arrancaron ya los padres de él, que pusieron en marcha el que es uno de los hornos más antiguos de Trives. «Lo heredaron mi padre y mi tía, Toño y Mariví, y también se sumó mi madre, Ángeles González», cuenta Sayoa, que junto a su hermana Zaida es hoy la cuarta generación del negocio familiar. Sus padres empezaron a comercializar la bica, envasándola en la tradicional caja azul y blanca. «Antes se hacía para las fiestas de Trives. Era de dos kilos porque en las casas de los vecinos se juntaban las familias enteras. Luego, lo que sobraba, lo envolvían en trapos, lo guardaban en la bodega y en algunas casas duraba hasta Navidad», cuenta Sayoa. Eso es lo que demuestra que su ingrediente estrella, la manteca de vaca, es un magnífico conservante y también lo que la hace única. Tanto que en Trives, uno de los fines de semana más especiales del año, es en el que se celebra a este producto rey. Este año le tocó a Toño Caneda dar el pregón y en su discurso hubo unas palabras que se grabaron más fuerte: «Gracias por convertir la bica de las fiestas en la Festa da Bica de Trives». Y es que así se inició la tradición de este dulce, a través de la costumbre de comerla en los días más importantes. Caneda es actualmente la panadería más antigua que la sigue haciendo, de ahí que su fama llegue a toda la provincia —y parte de Galicia—. «Utilizamos la receta original y supongo que eso se nota. El secreto es la manteca y, por supuesto, el cariño», apunta Sayoa. Ella y su hermana Zaida se han encargado de rejuvenecer la oferta de Caneda, sin olvidarse de los más tradicionales. Así, en su mostrador puede encontrarse bica, roscón, tarta de chicharrones y galletas de manteca. Pero también hacen coquitos, pastas con crema de cacahuete y muchos panes y empanadas.