La fábrica fue proveedora oficial de la Casa Real de Alfonso XIII en 1930. Además, colaboró con empresas como Nestlé o Havana, que confiaba en ellos para hacer la cobertura de sus alfajores. Tres antiguos diplomas colgados en las paredes del despacho corroboran que su chocolate ganó premios internacionales en Milán, Barcelona y Florencia.
Cuatro generaciones de Josés
José Salgado falleció ocho años después de fundar la fábrica. Como su hijo era demasiado pequeño, su mujer se casó con un primo de José que conocía el negocio. Desde entonces, la empresa ha ido pasando de generación en generación, cuatro en total, hasta llegar al último José. Puede parecer que la historia de la familia se ha perdido en ese siglo, pero José pudo recuperarla cuando volvió a Galicia a los 28 años. «Yo iba nada más que sabiendo cuentos sobre mi bisabuelo, pero en los pueblos de Galicia es como si el tiempo pasara más lento, y la familia que tengo allí se acordaba de todo», rememora. «Habían pasado 90 años pero era muy sencillo preguntar», prosigue. «Fíjate como es el destino que, quince días antes de ir a Trives, me llegó un email de un primo lejano que seguía viviendo en la casa de Sardeña donde nació mi bisabuelo y pude ir a visitarla».