El clan Gracie llega a O Carballiño

OURENSE

Reyson Gracie, luciendo la camiseta con la imagen de su nieta escocesa
Reyson Gracie, luciendo la camiseta con la imagen de su nieta escocesa Santi M. Amil

Reyson Gracie, figura mítica del jiu-jitsu brasileño, impartió una clase en la villa

22 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Belem do Pará, una dinámica ciudad portuaria del norte de Brasil, es conocida en el mundo de las artes marciales como la cuna del jiu-jitsu brasileño, gracias a la incesante actividad internacional del clan Gracie. El actual patriarca de esta dinastía, Reyson Gracie, acaba de pasar por O Carballiño —camino de la Eurocup de Coímbra—, donde anunció que la villa ourensana también se estrenará en el Circuito Ibérico, el próximo marzo del 2026.

En las instalaciones del carballiñés Gimnasio Madokoan, la propia leyenda relataba como su familia tomó contacto con la filosofía de vida de los luchadores japoneses: «A principios del siglo pasado, Mitsuyo Maeda, un maestro conocido después como Conde Koma, llegó a Brasil y mis abuelos lo trataron muy bien. Era una persona agradecida y le pidieron que enderezara un poco el estilo de vida de su primogénito, que era un buen luchador de calle, pero solía meterse en más de un problema».

Claudio Mateo, Reyson Gracie, Julián Taverner y Óscar Daniotti, en las dependencias del Gimnasio Madokoan
Claudio Mateo, Reyson Gracie, Julián Taverner y Óscar Daniotti, en las dependencias del Gimnasio Madokoan Santi M. Amil

Aquel joven era Carlos Gracie, el padre de Reyson y de una veintena de descendientes más, de los cuales una docena alcanzaron distinciones por encima del cinturón negro, primer dan, incluido el rojo (que premia una vida entera dedicada a la enseñanza o competición).

Invitado a Europa por su discípulo Óscar Daniotti, responsable en España y Portugal de la ISBJJA —federación que organiza el Circuito Ibérico—, el maestro recordó también que el jiu-jitsu que desarrolló su familia, que se basa en movimientos en el suelo es un arte respetuoso con el rival: «No utilizamos golpes, la lucha solo busca el objetivo de inmovilizar al rival, pero no humillarlo, ni de atacarlo sin sentido».

La competición de ese estilo brasileño también se rige por esas pautas y así lo ratificaban tanto el propio Daniotti, instalado en tierras valencianas, junto a uno de sus alumnos aventajados Julián Taverner y a su anfitrión, Claudio Mateo, que también difunde los preceptos de esta especialidad en O Carballiño.

A sus 83 años, Reyson ya es todo un personaje a nivel intercontinental, pero de especialmente en Río de Janeiro, a donde se desplazó toda su familia hace décadas. Es un fiel practicante de la dieta Gracie: «Se basa en comer solo alimentos naturales, no procesados. No como carne desde hace más de cincuenta años y de lo que sí me alimento es de pescado fresco». Es fácil encontrarlo cada mañana paseando en su bicicleta por la playa de Copacabana, a menos que se encuentre de viaje proyectando sus enseñanzas y la historia de su famosa familia. Su tío Helio, al nivel de su padre, prolongó su actividad hasta que falleció a los 95 años y sus hermanos Carlson y Rolls son también nombres inolvidables. Pese a que el último falleció prematuramente, debido a un accidente, se dice que hay un antes y un después de él en la MMA (artes marciales mixtas).

Además cerró el círculo de sus raíces escocesas, con el nacimiento de su nieta Julia, primera Gracie europea desde hace casi 200 años: «En más de una ocasión usé cinturón blanco con mi kimono azul, en homenaje al país de mis antepasados».