Cae una banda que robó 20 kilómetros de cobre en Ourense dejando incomunicadas a más de 90.000 familias

La Guardia Civil de Ourense ha desactivado una banda criminal que durante meses se dedicó a robar cable de cobre por toda la provincia, dejando sin servicio de internet y telefonía a miles de usuarios y provocando cuantiosos daños a las compañías operadoras. De hecho, pocas veces antes se había desarticulado en la provincia un grupo tan activo, ya que durante once meses lograron hacerse con 20 kilómetros de un material que se considera «estratégico» por su fácil reciclaje y su vida ilimitada.

Así lo han asegurado este martes los altos mandos de la Benemérita en la provincia, que han dado cuenta de una operación que estalló a finales del mes de noviembre y conllevó el arresto de siete personas, seis varones y una mujer, con edades comprendidas entre los 21 y los 50 años. En los registros se incautó una parte del cobre robado, interviniéndose además sustancias estupefacientes, dinero en efectivo, herramientas para el robo del material e incluso un arma ilegal. Se trata de un utensilio que bajo la apariencia de un bolígrafo escondía una pistola de calibre 22. Los delincuentes tenían en su poder más de medio millar de cartuchos para este artilugio perfectamente capaz de acabar con la vida de una persona.

Rafael Berguillo Esquina, comandante al frente del cuerpo en Ourense, destacó la «envergadura» de un dispositivo en el que han contado con la colaboración de la policía de seguridad de Portugal. Y es que aunque todos los hurtos se registraron en la provincia, principalmente en las comarcas de Xinzo, Verín y Monterrei, hay evidencias de que un intermediario con residencia en el país vecino se encargaba de comprar el material robado, para luego distribuirlo por distintos centros de gestión de residuos. Este sospechoso también ha sido detenido y se encuentra en prisión, al igual que otros tres sospechosos. Los arrestados en la provincia tienen fijada su residencia en los municipios de Verín y Xinzo. Hay varios que son de la misma familia. 

Según ha trascendido, el grupo criminal estaba dividido en dos células que operaban de forma coordinada, si bien cada una tenía su propio método para llevarse el cobre. Así, los integrantes de uno de ellos usaban cables para bajar el tendido de los postes y luego lo cortaban, mientras que sus compinches se dedicaban directamente a derribar los postes y arrancar los cables. Luego los quemaban para que desapareciera el recubrimiento exterior y, con él, cualquier pista que relacionara el material con la empresa propietaria, ya que suelen llevar marcas.

Según explicó Berguillo, se les atribuyen a los sospechosos 57 delitos de hurto que supusieron graves consecuencias para las comunicaciones no solo de particulares, sino también de empresas y servicios públicos. Así, se contabilizaron 97.000 hogares que, al menos durante un día, se quedaron sin servicio, situación que también vivieron centros de salud, cuarteles de la Guardia Civil e incluso oficinas de Correos. Entre los afectados por la interrupción de sus comunicaciones, tanto fijas como móviles, figura incluso Aviación Civil. Se calcula que el valor del material robado rondaría el medio millón de euros.

Juan José López Castro, capitán de la unidad orgánica de policía judicial, citó algunos de los hechos que se imputan a los sospechosos. Así, las investigaciones los relacionan con el robo de una importante cantidad de cable en la comarca de Xinzo registrado el pasado 24 de mayo. A consecuencia de ello quedaron incomunicados 20 centros de salud, así como miles de usuarios. «A las empresas les costó 101 días, en total, poder restablecer el servicio a los usuarios», aseguró. Es por ello que estos negocios calculan sus pérdidas en más de doscientos mil euros.

La operación se da por cerrada. A los detenidos se les imputan delitos de hurto, pertenencia a banda criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y depósito de munición. La instrucción la dirige el Juzgado 2 de Verín. 

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