Este es el ABC del melanoma

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE

OURENSE

María Pousa e Ignacio Suárez, del servicio de Dermatología del CHUO.
María Pousa e Ignacio Suárez, del servicio de Dermatología del CHUO. SERGAS

El servicio de Dermatología del CHUO explican los cinco puntos a tener en cuenta para consultar si un lunar es un cáncer de piel

23 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi nadie se escapa a los lunares. Hay quien tiene apenas unos pocos y quien tiene el cuerpo plagado de ellos. Incluso hay quien tiene uno famoso, como el que luce junto a la boca Cindy Crawford o tenía Marilyn Monroe. Y Don Patricio le dedicó una canción a esas pequeñas acumulaciones de células cutáneas pigmentadas y nos tuvo un verano Contando lunares. Suelen ser benignas, pero hay algunas que cambian con el tiempo y pueden acabar provocando un melanoma. El servicio de Dermatología del CHUO, que dirige José Álvarez Gómez, tiene un ABC sobre el cáncer de piel en el que explica los cinco puntos a tener en cuenta y que deben llevar a consultar con el médico de cabecera. La autoexploración comenzará con la asimetría. Al dividir el lunar en dos partes, ambas mitades deberían ser semejantes en colores y forma. En cuanto a los bordes, cuando estos son irregulares, el lunar tiene un mayor riesgo de se o hacerse maligno. El color es una señal de alerta si hay más de dos o tres. También es importante el diámetro, considerándose de mayor riesgo los que superan los seis milímetros. Y es fundamental vigilar la evolución. Debe consultarse al médico de cabecera ante cualquier cambio de tamaño, forma, color, que pique o sangre o por la aparición de una mancha nueva.

En cuanto la revisión del cuerpo, recomiendan fijarse en siete zonas, por delante y por detrás, y con especial atención a las áreas expuestas al sol. Desde Dermatología recomienda realizar el autoexamen ante un espejo. Comenzará por la cara (incluyendo nariz, boca y detrás de las orejas), el cuero cabelludo (utilizando un peine para separar el pelo), las manos, las palmas y el dorso (y también entre los dedos), el cuello, el pecho y la parte superior del pecho (las mujeres deberán revisar entre las mamas y por debajo de ellas), la parte interna del brazo y la axila, la nuca y la espalda (usando un pequeño espejo) y los glúteos y la parte posterior de las piernas, para acabar revisando las plantas de los pies y los espacios entre los dedos.

Ante cualquier sospecha, desde el servicio de Dermatología recomiendan consultar con el médico de cabecera. Esto permite activar la vía rápida para que el paciente pueda tener un diagnóstico en menos de 48 horas.

El año pasado se detectaron 61 casos de melanoma en Ourense

La vía rápida para los pacientes con sospecha de melanoma se activó 268 veces el año pasado en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras. El papel de atención primaria es clave para abrir la vía rápida (puesta en marcha en el 2013) ante la detección de lunares o lesiones de piel «sospechosas» de tener carácter oncológico. En 48 horas la mayoría de los casos fueron descartados, mientras que 61 de los pacientes tuvieron su diagnóstico de cáncer de piel. Fueron operados antes de un mes desde que su médico de cabecera activó la vía rápida.

Hoy se conmemora el Día del Melanoma y desde el servicio de Dermatología del CHUO trasladan un mensaje de concienciación ante el aumento progresivo de casos. Este crecimiento de la incidencia del melanoma podría deberse, explican desde el Hospital de Ourense, al aumento de las horas que la gente pasa al sol sin el adecuado filtro solar. A esto se une a la poca cultura del uso de cremas protectoras en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Esto provoca que quienes entonces eran niños y se quemaban en la playa o en la piscina con frecuencia, estén desarrollando ahora, con 40, 50 o 60 años, melanoma.

A pesar del aumento de casos, la implantación de las vías rápidas de detección están ayudando a reducir los datos de mortalidad. El diagnóstico precoz o en un estadio inicial eleva la supervivencia al 90 %. Por eso desde el servicio de Dermatología insisten en que se consulten con el médico de cabecera los lunares «sospechosos».