Estanislao Reverter: «Llevo cinco meses de jubilado y la verdad es que me adapto muy mal»

Rubén Nóvoa Pérez
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Lan Reverter, apoyado sobre la estatua de su padre Estanislao Reverter en el centro de Ourense
Lan Reverter, apoyado sobre la estatua de su padre Estanislao Reverter en el centro de Ourense Santi M. Amil

Hijo del piloto de ralis ourensano, es economista y trabajó con Roberto Verino en París y en montar grandes superficies y hoteles

02 abr 2023 . Actualizado a las 16:13 h.

A Estanislao Reverter Gil (Ourense, 1957) todo el mundo le conoce como Lan. Es uno de los cinco hijos del añorado piloto de ralis Estanislao Reverter. Por empezar por el principio, conviene aclarar el origen de su apelativo. «Mi padre tenía una concesión de Land Rover y, como se ve que lo de los coches lo llevaba en la sangre, identificaba a esos coches cuando los veía como Lan, sin la d final», recuerda. Y es que la figura del impulsor del Rali de Ourense y de la escudería local está presente desde el primer momento del reportaje. No hay debate sobre el lugar en el que hacer la foto para definir su rincón. Tiene que ser obligatoriamente en la estatua que recuerda a su padre y a Antonio Colemán apoyados sobre el mítico coche Alpinche. Es una foto que guardan en su carrete miles de turistas y que para Lan Reverter tiene un significado emocional muy elevado. «Nací en el edificio de la clínica de Julio García, en la esquina de la Habana con Curros Enríquez, muy cerca de donde están los jardines Estanislao Reverter y la estatua. De pequeño jugaba entre el parque y el Paseo, por lo que la vida la hacíamos aquí y yo sigo viviendo en Curros Enríquez», resume.

Pese a la influencia paterna y la pasión por los coches que le acompañó desde muy pequeño, Lan Reverter recorrió su propio camino profesional. Tras estudiar en el colegio Maristas se mudó a Madrid para cursar la carrera de ingeniería industrial. «La pasión por los coches que compartía con mi padre me llevó a tomar esa decisión, pero pronto descubrí que no me gustaba nada», aclara. Tras dos años decidió dar un giro a su trayectoria académica y después de valorar estudiar Derecho —su abuelo materno fue juez y presidente de la Audiencia de Ourense— se decantó por ser economista.

Tras acabar sus estudios y el servicio militar se asentó en Ourense y tuvo su primera experiencia profesional en Roberto Verino. Fue una etapa que le marcó. «Mi primer trabajo serio en Verino fue irme un tiempo a la filial de París para poner aquello un poco en orden. Allí entré en contacto con el mundo de las franquicias, que en Francia estaban mucho más desarrolladas que en España», explica. En su etapa en la empresa del diseñador ourensano, Lan Reverter se encargó de diseñar la primera red de franquicias y de iniciar el licenciado de la marca en otros ámbitos como la joyería la perfumería. También formó parte de la Asociación Textil de Galicia, que se constituyó a principios de los noventa.

Estuvo una etapa en otra firma de moda, Florentino, hasta que decidió constituir su propia empresa. «Es una consultoría que se encarga de rescatar empresas en crisis con un problema organizativo o comercial que se manifiesta con un problema financiero, que es como la fiebre un síntoma de otro problema. Es un trabajo estresante porque llegas como un paracaidista y te toca hacer de bombero», señala.

Además, en su última etapa profesional también fue subdirector general de Martínez Otero Contract, que es una actividad de construcción que consiste en reformar superficies comerciales y hoteles. «Haces todo el mobiliario y la obra civil. Es una empresa que trabaja por todo el mundo. Hace tiendas de Zara, tiene sucursales en Estados Unidos, República Dominicana o Marruecos...».

A todo esto también sumó su papel en el colegio de economistas de Ourense, cargo que acaba de dejar por imperativo legal ya que los jubilados no pueden formar parte de la junta directiva. «Llevo cinco meses de jubilado y, la verdad, es que me adapto muy mal. Cuando pasas de 100 a 0 te quedas como diciendo, ‘ahora qué hago’. Me he dado un año sabático para reorientar lo que puedo hacer en el futuro y mientras tanto aprovecho para hacer deporte y para leer».

«Reconstruir el Alpinche fue un sueño que nos llevó siete años»

La trayectoria vital de Lan Reverter no estaría completa sin otra faceta; la de patrono de la Fundación Estanislao Reverter. Es un cargo que comparte con sus cuatro hermanos y forma parte de un anhelo familiar de mantener vivo el patrimonio material e intelectual de su padre, exitoso piloto de ralis, impulsor del Rali de Ourense, director de la Escudería Ourense y constructor del famoso Renault Alpinche. La reconstrucción de ese vehículo fabricado en la provincia y que se convirtió en una máquina de ganar carreras fue el último hito de la fundación. «Nos llevó casi siete años de trabajo y nuestro próximo objetivo es que el museo se traslade desde Santa Cruz de Arrabaldo a Ourense. La reconstrucción del Alpinche era un sueño que nació para darle difusión a un logro que se alcanzó hace 50 años, cuando en un sitio pequeño como Ourense se hizo un coche que ganaba carreras».

De todo lo vivido a través de la fundación, asegura que se queda con el cariño recibido a la figura de su padre: «Hay muchas anécdotas. Por ejemplo, en los 70 en un rali en Miraflores de la Sierra (Madrid) el Alpinche se averió y se quedó toda la noche tirado en la carretera. Un chaval aprovechó para llevarse una de las pegatinas y muchos años después nos la envió a la Fundación para pedirnos que nos la quedáramos».

EN DATOS

  • Quién es. Estanislao Reverter Gil nació en Ourense en octubre de 1957. Todo el mundo lo conoce como Lan.
  • A qué se dedica. Acaba de jubilarse como economista.
  • Su rincón. La estatua que recuerda a la figura de su padre, en pleno centro.