Muere Gelo, el baterista de Los Suaves en la década de los noventa

La Voz OURENSE

OURENSE

Yosi en primer término, con la bandera de Galicia, y detrás, a la batería, Gelo Barrio
Yosi en primer término, con la bandera de Galicia, y detrás, a la batería, Gelo Barrio XABIER NOVO

El músico Ángel Barrio formó parte de la banda ourensana hasta el 2002

17 feb 2022 . Actualizado a las 21:48 h.

Día triste para la música de Ourense y para la que es, sin duda, la banda de rock más importante de la ciudad y una de las más significativas de Galicia y de España en su estilo. Este jueves ha muerto Ángel, Gelo, Barrio, el que fuera batería de Los Suaves durante toda la década de los noventa. 

Charly Domínguez, bajista y fundador de la banda, ha confirmado la triste noticia hoy. El fallecimiento de Gelo, a los 70 años, fue inesperado. Siempre tuvo una salud delicada y llevaba unos días ingresado, pero no se esperaba este desenlace, explicó.

Gelo Barrio fue uno de los baterías que tuvo Los Suaves a lo largo de sus cuatro décadas de historia, además de Javier Domínguez y Tino Mojón. Se incorporó al grupo en 1988 y, con su personalidad discreta pero accesible, pronto se ganó el cariño del público en una de las épocas en las que el grupo comenzó a tener ya un éxito importante.

Como músico, procedía del mundo del jazz, su género favorito. Dominaba la técnica de la batería de jazz y se adaptó bien al estilo de Los Suaves. Con la banda participó en algunos de los discos importantes de la década de los noventa, entre ellos los que el grupo editó con Universal. Malas Noticias, Santa Compaña, Maldita sea mi suerte o el recopilatorio Un paso atrás en el tiempo, del 2002, que fue su último trabajo con la banda.

Pero además del sonido de su batería en estos discos, Gelo deja multitud de buenos recuerdos entre los fans y, sobre todo, entre quienes lo conocieron. En Ourense fueron muchos, pues además de músico tuvo una faceta de hostelero en la noche ourensana que también le hizo muy popular. Regentó durante unos años el pub O Jato Negro -nombre que recordaba el símbolo gráfico del grupo - y luego trabajó en otros clásicos locales de la movida rockera de la ciudad como el Trolebús o el Moruno, que fue su último destino en la noche ourensana. Siempre con el rock sonando mientras ponía copas, siempre con una sonrisa detrás de la barra.

En esos años de giras y conciertos, Charly recuerda la faceta más divertida de Gelo, una persona muy positiva que siempre les gastaba bromas en el autobús. «Nunca lo vi enfadado», decía Domínguez, uno de los fundadores de Los Suaves. «Fue una persona que vivió por y para la música», recordaba el bajista. «Fue una persona buena y con cara de bueno», definía Charly, quien recordaba otras pérdidas de los últimos meses, como la de otro integrante de la banda, el primer guitarrista de Los Suaves, Ángel Ruiz.