Dieta mediterránea

TAREIXA TABOADA OURENSE

OURENSE

miguel villar

Leandro Sánchez y la Fundación Cum Laude presentan MeDIETArráneo

24 ene 2022 . Actualizado a las 13:11 h.

«Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la genista / cerca del mar, porque yo nací en el Mediterráneo». Serrat.

La Fundación Cum Laude, dirigida por Ángeles Valiño y José Manuel Quintáns, presentan en el hospital Cosaga, la exposición de invierno de 2021 con el calor vitalista de MeDIETArráneo, del reputado artista Leandro Sánchez. Las naturalezas muertas, naturalezas vivas en el caso de Leandro por el vitalismo cromático que suscitan los matices táctiles de sus brillos especulares, revisan el concepto clásico de la vánitas, explorando el tema del bodegón de fondos oscurecidos que proyecta los elementos del primer plano en Velázquez, Vermeer y Caravaggio en los encuadres ascéticos y puristas de objetos inusuales y alegóricas frutas como memento mori; Leandro revierte el concepto existencial con un élan vital, motivación o drive que se manifiesta en la copa de Auria vella, la frescura de las frutas, hortalizas y objetos cotidianos de contornos y volúmenes rotundos, un magnífico tratamiento de telas, cristales y gotas de agua perladas a través de transparencias y destellos de puntos de luz con tendencia al elemento clásico, la symmetría y el equilibrio, como en Pimientos en Roma que recupera la columna alabastrada equilibrando un pulso entre el pasado y el instante.

La planificación escenográfica de los interiores rige la composición evocando procesos de la memoria, así el espacio pictórico gana en complejidad para añadir al paisaje intervenido un color mental como expresión de sentimientos, sensaciones y percepciones como los paisajes de Gerhard Richter, que esfumando los contornos genera una luminosidad etérea, de extraordinaria fisicidad en Leandro que experimenta un enfoque perspectivo personal de lo real, rechazando la agresividad y crudeza del realismo radical por la seducción del lienzo lírico. Para ello, reorganiza el espacio plástico reduciendo la profundidad de campo en desenfoque interesado en beneficio del notable protagonismo del primer plano que acerca al espectador, aproximando la exuberancia del motivo con un apetecible aspecto objetivo, que en la elegancia del trazo desarrolla el tacto del ojo, una captura sensorial del objeto descrito como experiencia. Extraordinario dominio de técnicas, dibujo y materiales.

Un falseado plein air, plasma la frescura del momento aun manteniendo los criterios realistas, planteando una síntesis entre la representación academicista de la realidad a través de un paisaje intimista y la irrupción del elemento surrealista, la mosca, como trampantojo que falsea la perspectiva en un espacio del cuadro que se expande rebasando sus límites representados a una escala objetiva, cuadro-ventana de visión parcialmente real de sintaxis alterada en los Faros del Cabo Home y Touriñán, en Burato na pared, Vino en Capilla y Para restaurar, sorprendente pieza que reproduce los desperfectos de un lienzo con evidente maestría.

Dominio de la luz

Su excelente dominio de la luz se traduce en una atmósfera de lo ambiguo en el que el tiempo es sujeto activo y pasivo y esa dicotomía trasciende a una atemporalidad subrayada por esa luz y sus efectos. Una luz interior y mental que hace refulgir en las composiciones, resbalar y rebotar ya que juega un papel protagonista como factor de distanciamiento psicológico al yuxtaponer en la misma imagen la ambigüedad de lo efímero, lo real y la ilusión. Representa un fragmento de la realidad, no como una parte por el todo como en el cubismo, sino como una parte que marca las múltiples miradas y su porción de verdad. Un todo que forma parte en conjunto y en cada una de sus partes independientes respondiendo cada obra a un fragmento de una realidad inabarcable. Así, una imagen fragmentada se presenta como unidad independiente.

Los productos de la dieta Mediterránea juegan conceptualmente con la oposición masa-hueco, volumen y sombra que frente a la euforia del color de la joie de vivre, traslada a las escenas efímeras la alargada umbría del existencialismo. Una desazón provocada por el enfrentamiento simultáneo de realidades distintas que conducen a la cristalización en una imagen de todos los aspectos esenciales que congelan un instante con información sinestésica y extrae la atmósfera psicológica de la condición humana. Como Vasarely o Bridget Riley explora los efectos ópticos y experimenta como Sol Lewitt sobre la reducción de las emociones a estructuras geométricas, creando ilusoriamente por la disposición de los elementos, una falsa sensación de profundidad o proyección.