Más de dos mil personas secundaron la protesta convocada por SOS Ourense
19 nov 2021 . Actualizado a las 11:05 h.«Milleiros» de personas, hasta 7.000, según los organizadores, y en torno a dos mil, según los policías locales que coordinaron el dispositivo de seguridad. Ese es el balance numérico de la manifestación celebrada ayer en las calles de la capital ourensana. «Este é o principio da fin dos gobernos ourensicidas», proclamó el manifiesto leído por la plataforma convocante, SOS Ourense, respaldada por más de setenta colectivos vecinales, culturales, sociales, ecologistas o sanitarios.
La manifestación partió de la Subdelegación del Gobierno y después pasó por la Rúa do Paseo hasta llegar a la calle Concordia, donde bajó hacia Progreso. La cabecera ya estaba en ese punto cuando aún estaba saliendo gente del parque de San Lázaro. Pese a que, durante las semanas previas, los convocantes decían que la protesta no se dirigía contra nadie en concreto, dos fueron los nombres más repetidos en las consignas coreadas por los participantes, los del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, y del presidente de la Diputación, José Manuel Baltar.
Al primero le pedían a gritos su dimisión y al segundo le decían «Baltar, cacique, Ourense vai a pique». De hecho, la manifestación hizo parada en la calle Progreso frente al Pazo Provincial, donde dos personas disfrazadas representaron a ambos políticos. El que hacía de presidente de la Diputación, subido a unos zancos, manejaba al regidor como si fuese un títere.
Por otra parte, además de la pancarta principal, de SOS Ourense, varios colectivos llevaron las suyas, como la plataforma en defensa de la Universidade Popular, la del Tren Digno, la Agrupación Cultural Auriense, los estudiantes de Erguer, los vecinos de Seixalbo, la Marcha Mundial das Mulleres o la asociación Amigos das Termas. Entre los manifestantes, muchos carteles hechos a mano con mensajes de todo tipo, desde uno que ponía «viva o surrealismo» hasta otro que advertía que «Orense no es Ourense», pasando por otro que decía que «a política é isto».
La manifestación terminó en la Praza Maior, donde se leyó un manifiesto. En él se aludió a los «gobernos ourensicidas de Gonzalo Jácome e do PP». «Que saiban as forzas políticas que gobernan hoxe o Concello e a Deputación que xa abonda. Ourense non vai a continuar consentindo esta desfeita e este insulto permanente», dijeron.
Y advirtieron que la lucha no debe terminar con la protesta multitudinaria de este jueves: «Cada día que non saímos á rúa e deixamos o destino do noso futuro nas mans de quen parasita as institucións para o seu beneficio persoal é un día máis de desfeita». Al terminar, los presentes guardaron un minuto de silencio «pola política».
Todos los líderes de la oposición asistieron, pero también hubo un mensaje para ellos
Cuando se creó, la plataforma SOS Ourense rechazó la adhesión de los partidos políticos. Sin embargo, todos los grupos de la oposición en el Ayuntamiento respaldaron la protesta activamente. En días previos, PSOE, BNG y Ciudadanos animaron a sus militantes a asistir a la convocatoria y sus líderes se dejaron ver entre los manifestantes. Estuvieron el portavoz socialista, Rafael Rodríguez Villarino, el nacionalista, Luis Seara, y el del partido naranja, José Araújo.
De ese modo, todos ellos pudieron escuchar de primera mano la advertencia que también les hizo SOS Ourense. «Que saiban as forzas da oposición que non somos o clínex de ninguén, somos a sociedade civil que organiza a súa autodefensa. A nós non nos manda ninguén», dijo la portavoz que leyó el manifiesto de la plataforma en la Praza Maior.
Jácome repasa sus logros
El alcalde, principal aludido en la manifestación, lleva días asegurando insistentemente y a través de los canales oficiales del Ayuntamiento que la movilización de SOS Ourense está politizada. Este jueves, como aperitivo a la protesta, publicó un mensaje en sus redes sociales en el que hace repaso de lo que él considera como sus logros en lo que va de mandato. Destacó la adjudicación de 12 millones de euros en obras en los últimos seis meses, las ayudas para autónomos, la campaña de regalo de libros a escolares, la exposición del entroido en la Sala Valente o la celebración del Samaín y del magosto. Y añade: «Se pica día a día los pilares de la burocracia sobre los que descansaban a sus anchas muchos funcionarios que no se preocupaban de una gestión eficiente».