La vuelta

María Doallo Freire
María Doallo NO SÉ NADA

OURENSE

30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha pasado un mes. Más o menos volando, la verdad. Pero ha pasado. Y tal y como prometí, con el final del verano he vuelto. Esta vuelta tiene mucho de especial, sobre todo porque directamente vuelvo, y a mi casa. Podría ser que no lo hiciese. Pero sí, aquí estoy de nuevo. En este punto quiero dar las gracias a la persona que ha hecho posible que así sea. Por la confianza, el apoyo y las oportunidades profesionales. Pero también por los consejos, las broncas y las palmaditas en la espalda. A mí que me encantan los discursos de agradecimiento de los premios -y lloro con todos-, tengo que decir que me he dado cuenta de que hay decisiones que son en sí mismas eso, enormes galardones, aunque no vayan de la mano de una gran ovación o de un ratito de micrófono. Precisamente vuelvo para cubrir ese tipo de agradecimientos y de premios, todos los que rodean al Festival Internacional de Cine de Ourense. Que, por cierto, no hay mejor manera de volver al trabajo. El OUFF se implica por acercar a la ciudad buen cine, por recubrirla de arte y por convertirla en escenario de ilusión, talento y un poquito de magia. No he podido ir a las salas todavía, pero me muero de ganas por ver Benedetta, Uzi y El olvido que seremos. Sí he estado con Gonzalo Suárez, con Gustavo Martín Garzo, con José Coronado y con Héctor Carré, que no está mal -je je je-. Esta tarde me voy a citar con Capuchóns, el primer documental de mi amigo Íñigo Rolán, un auténtico verinés de corazón. Con él me voy a zambullir de lleno en el entroido y a recorrer las calles de Verín rodeada de cigarróns. Voy a profundizar, a descubrir y a maravillarme, seguro. Como pasa con el cine. Como pasa con las vueltas que se desean.