Roberto Álvarez: «Necesitamos más comedia que nunca»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Cedida

El interprete protagoniza «Intocables» en el Teatro Principal este sábado a las 20.00 horas

06 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Este sábado llega al Principal la obra Intocables. Se trata de la adaptación al teatro del libro autobiográfico del conde Philippe Pozzo di Borgo -un aristócrata que se quedó tetrapléjico en 1993, a causa de un accidente de parapente- y de su relación con Abdel Yasmin Sellou, inmigrante con antecedentes penales que entró a su servicio como asistente a domicilio. El libro fue llevado a la gran pantalla con gran éxito en el 2011 con la película Intocable, capaz de emocionar y divertir a partes iguales. Ahora Olivier Nakache y Eric Toledano adaptan la historia al teatro, protagonizada por Roberto Álvarez, en la piel de Philippe, y Malcolm Treviño-Sitté, como Driss, un joven de origen senegalés que se convertirá en su cuidador. El espectáculo podrá disfrutarse a las 20.00 horas en el Principal y las entradas pueden adquirirse desde 12 euros en la web de Ataquilla.

-Vamos a ver cómo dos mundos completamente diferentes convergen y dan lugar a una historia muy humana, con muchísimo sentido del humor. Con la grandeza de las buenas historias precisamente porque trata un suceso que en apariencia es dramático pero lo vuelve conmovedor gracias al sentido del humor y a las ganas de vivir.

-La pregunta obligada: ¿cómo es meterse en la piel de un tetrapléjico para una interpretación en directo?

-Es una pregunta que se hace todo el mundo y que yo también me hice antes de empezar a trabajar. Sé que el espectador, y yo mismo, estamos pendientes de que no se mueva un pelo. La única forma de expresarme y transmitir es a través de mi cara, porque Philippe no siente nada desde la base del cuello hasta la punta de los pies. Diré que lo que en un principio parecía una dificultad enorme, al final se convirtió en una ventaja porque tenía muy poco que pensar a la hora de meterme en el papel. La propia situación, con la silla de ruedas y el cuerpo totalmente relajado, hace que el personaje surja por sí mismo. Entonces la respuesta sería que me resultó incluso una ayuda a la hora de interpretar.

-¿Y cómo lo encaja el espectador?

-Pues es muy curioso porque en la película hay una cierta distancia con la pantalla pero aquí no. Aquí el espectador sabe que estás interpretando en directo, hay muchísima más cercanía y por tanto es inevitable empatizar con el personaje. En esta función se tarda un ratito en entrar en la historia porque conmueve especialmente la situación, es muy impactante. Pero al humor empieza pronto y la carcajada se va contagiado entre el público.

-¿Qué fue lo primero que pensó cuando le propusieron el papel?

-Me supuso un reto tremendo porque sabía que había otra interpretación comparable y cercana en el tiempo, claro -Álvarez hace el papel que en la película desarrolla François Cluzet-. Hay mucha dificultad y aún por encima un referente. Pero la verdad es que a mis años estos son los papeles que realmente me interesan y me ponen, los que son una embarcación en mitad de la marejada.

-En «Intocables» hay tragedia pero especialmente muchísima comedia y ganas de vivir.

-Sí, creo que esta obra de teatro habla de la vitalidad. La condición humana de Philippe mantiene un dibujo trágico y sin embargo a su alrededor todo es alegría y ganas de vivir, que es lo que aporta con fuerza Driss. Hay una confrontación entre dos antagonistas y es lo que produce que vibres en un sentido y en otro, que te enternezca su situación y su amor, y a la vez te divierta y te rías con el desparpajo y la salubridad mental del cuidador. Esta combinación es la maravilla y mensajes como los que lanza «Intocables» hacen falta. Con todo lo que estamos viviendo necesitamos más comedia que nunca y grandes historias sobre el escenario. Así que estoy muy orgulloso de estar en una obra como esta ahora mismo, que hace que el espectador se relaje, se ría y se desahogue. Quizá sea simplemente eso lo que más necesitamos.