Los medios técnicos complican la enseñanza telemática en el Conservatorio de Ourense
OURENSE
La enseñanza musical se resiente por los problemas de sonido de las clases en línea
04 mar 2021 . Actualizado a las 15:29 h.La música es un fenómeno acústico que cuenta con una serie de características. Algunas, como el ritmo o la melodía, pueden, más o menos, ser enseñadas o evaluadas a distancia, gracias a la asistencia y educación telemáticas. Otras, como el timbre o la parte emocional que el sonido suscita, no corren la misma suerte. Este es uno de los principales problemas que durante la pandemia ha repercutido sobre alumnos y profesores del Conservatorio de Música de Ourense, quienes, además de padecer las dificultades que también han sufrido otros centros educativos de la capital, han añadido a la lista todas las derivadas de la naturaleza especial de las enseñanzas musicales.
Purificación Iglesias, directora del Conservatorio, asegura que el edificio donde se encuentra cuenta con ventajas en algunos campos, destacando sobre todo su amplitud y tamaño. Sin embargo, de cara a las necesidades de la era covid, el emplazamiento se ha quedado obsoleto. Además de la débil conexión a Internet con la que cuentan -tienen que conformarse con una conexión inalámbrica porque, apuntan, la Consellería de Educación no puede sufragar la instalación de cableado-, la dotación técnica no ha resultado suficiente. Desde hace meses, el aula de Novas Tecnoloxías vive desmontada y sus equipos informáticos redistribuidos en varios espacios para permitir al equipo docente impartir clases a distancia. Aunque Iglesias admite que muchos han tenido que hacerlo desde casa y con sus medios personales, algo que agradece enormemente a su profesorado.
Pero los problemas se acrecientan en función de las asignaturas a impartir. En muchos casos, como es en las materias de Conxunto o Música de Cámara, los alumnos deben interpretar piezas musicales tocando simultáneamente, cosa que se ha complicado enormemente a nivel telemático, entre otras cosas por los retardos propios de las videoconferencias.
Las soluciones no parecen sencillas. No para evaluar a la perfección a un alumno de modo telemático, cosa que es prácticamente imposible, asegura Iglesias, sino para al menos mejorar la experiencia y poder sacar partido a las secciones que sí se pueden trabajar. Una de las soluciones sería que los alumnos contasen con conocimientos y equipo de microfonía lo suficientemente grandes como para grabarse y enviar pruebas de su desempeño musical a los profesores, pero esto, por cuestiones evidentes, no es así. Lo que sí reclama como posible Iglesias es una mejora en las aplicaciones, de modo que permitan que los niños toquen simultáneamente sin retardos. O al menos, una permisividad por parte de la consellería a la hora de escoger con qué aplicación trabajar, algo con lo que ahora mismo no cuentan.
Desde este lunes el edificio volvió a abrir sus puertas a la enseñanza presencial. Por ahora, todos los alumnos han podido retomar las clases teóricas. En el caso de la parte práctica, solo los estudiantes de Canto y Viento han tenido que continuar desde sus casas por el riesgo que entrañan estas disciplinas.
Es el caso de Miguel Álvarez, alumno de Canto, quien también ha decidido tomar sus clases teóricas de modo telemático para evitar problemas en los desplazamientos al centro. Asegura que ni él ni el Conservatorio cuentan ahora mismo con los medios necesarios para que la enseñanza a distancia sea efectiva y que, de este modo, las clases no son lo mismo. «Nós traballamos co son. Se non escoitamos ben ou o facemos a destempo, quedamos co 10 % do que poderiamos facer nunha clase normal», apunta.