«Karma llegó de la perrera muerta de miedo y dolor»

p. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Tamar, una ourensana que adoptó en Progape, trasladó una denuncia al Colegio de Veterinarios por el estado en el que se encontró al animal

02 mar 2021 . Actualizado a las 17:33 h.

Para Tamar Rodríguez, una joven ourensana, la adopción de Karma, una perra mestiza que apenas era un cachorro, fue toda una alegría que se tornó en desconcierto apenas un día más tarde de que el animal llegase a su casa.

«En la perrera de Progape, donde la adopté nos informaron de que tenía el fémur roto y que había sido operada hace una semana. Esto fue un sábado. El domingo llamé a la protectora para informar de que el animal chillaba constantemente y se quejaba, rechinaba los dientes uno contra uno del dolor. La respuesta fue: ‘No se puede hacer nada. Tiene que encontrar postura'».

Y en una segunda consulta, al llevar a Karma a otro veterinario, observaron que «el hierro que le habían colocado en el fémur era demasiado grande para la rotura y que, además, tenía tibia y peroné rotos», dice. Este veterinario les recomendó acudir a otro especialista que, tras un cardiograma, les informó de «dos cardiopatías congénitas de las cuales ni el veterinario de la protectora, ni la protectora en sí misma, nos habían notificado nada».

Tamar, que ha efectuado una denuncia ante el Colegio Oficial de Veterinarios de Ourense, se queja de la ausencia de información clara desde Progape. «Cuando la adoptamos, nos indicaron que no se podía vacunar ni chipear en ese momento a la perra por la medicación que estaba tomando, pero el veterinario al que acudimos nos informó de que tanto las vacunas como el chip podían haber sido puestos en el instante de adoptarlo ya que no interferían con la medicación que estaba tomando. Karma llegó de la perrera muerta de miedo y con dolor», esgrime esta ourensana. Mientras, en la protectora optaron por no hacer declaraciones, y desde el Concello de Ourense, como responsable de la instalación municipal, señalaron que «o can non está chipeado porque aínda non cumpriu os tres meses e tampouco foi vacinado porque está con tratamento con antibióticos, dado que está en postoperatorio».

Organización

Olga Iglesias, una ourensana que tuvo un cachorro en acogida con Progape hace año y medio, alude a problemas de «desorganización bastante grandes». «Estuvimos con el animal un par de meses, antes de que lo mandasen a Francia ya en adopción. Y durante ese tiempo nos tenían que dar el pienso, pero siempre nos daban largas», indica.