El uso del telón metálico evitó que las pérdidas fueran superiores
04 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La historia de las ciudades se fue escribiendo con muchas referencias de todo tipo. Entre ellas siempre jugaron un papel destacado los teatros y cines que fueron surgiendo en los años de esplendor de dichas artes. En el primero de los casos con una tradición bien asentada y con múltiples variantes escénicas y en el segundo con la pujanza y vitalidad que reclamaba una realidad -la del celuloide y la exhibición cinematográfica- que llegaba para hacerse con el mayor protagonismo en el ocio del futuro. El 23 de diciembre de 1928 abría sus puertas en Teatro Losada, un proyecto realizado por el arquitecto Antonio Alonso Vargas y con un aforo que llegaba a los 1.048 espectadores.
El 4 de noviembre de 1945 se informaba que «un incendio se ha declarado esta madrugada, a las cuatro, en el Teatro Losada a consecuencia de un cortocircuito». Los trabajos de extinción del fuego habían durado tres horas y «se hizo funcionar el telón metálico que evitó la propagación del siniestro. Se quemaron algunos rollos de películas y parte de las gradas de general. Los daños son de alguna consideración».