Lo estamos haciendo mal

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

OURENSE

02 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Mil contagios en un mes. Cinco muertos en los últimos dos días. Positivos en casi cuarenta centros educativos. Nuevos casos cada día entre usuarios y trabajadores de las residencias de ancianos... apenas tres meses después de que la provincia de Ourense estuviese a punto de convertirse en una zona libre de coronavirus -el 6 de julio había tres casos en todo el área sanitaria de Ourense- hemos logrado entre todos el dudoso mérito de hacer que la curva de contagios se dispare, con la capital afrontando unos niveles de incidencia que duplican a los del resto de capitales gallegas.

Está claro que bien no vamos. Nos reíamos del coronavirus en febrero, cuando más de uno lo eligió como motivo para su disfraz. Luego llegó el confinamiento y nos obligaron a tomárnoslo en serio, pero parece que el encierro no ha servido para interiorizar la gravedad de la situación. Porque llegó el desconfinamiento y retomamos las rutinas; nos fuimos de vacaciones y aceptarnos ponernos la mascarilla y lavarnos las manos con gel, pero caímos en el error de pensar que todo había pasado, retomando hábitos que ahora están demostrando ser fatales.

Los encuentros sociales y las reuniones familiares están siendo según las autoridades sanitarias el principal foco de contagio y pese a ello hay quien sigue considerando prioritario celebrar una fiesta familiar u organizar una quedada de amigos. Las nuevas restricciones ya han llegado; veremos si por fin nos damos cuenta de que mientras unos siguen ajenos al drama, otros enferman, y con consecuencias imprevisibles.