Del son cubano a las gaitas de Foxo

OURENSE

El local Alejandro Fernández o figuras como Okutu, Ortega y Peleteiro fueron los más aplaudidos en el Campeonato de España de Atletismo que se disputa en Expourense

01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni un alfiler. Por ponernos exquisitos, quizás el único fallo de la pista cubierta de Expourense es su escaso aforo. En una ciudad como la nuestra se hubieran llenado varias instalaciones similares en las horas punta, sobre todo si el nivel del espectáculo que aporta tal escenario enfoca a los mejores atletas de España, varios de los cuales se dejarán ver en Tokio el próximo verano -coronavirus mediante-, para desfilar con uniforme rojigualda en la apertura de los Juegos Olímpicos.

Uno de ellos será Jean Marie Okutu, gallego él -de Marín-, que además se colgó el oro en el último salto. Contribuyó a caldear un ambiente que apenas era de toma de contacto en una matinal con pocas finales. Para el cartel vespertino quedó el protagonismo de Orlando Ortega. El medallista de Río captó pronto el interés del público, porque dobló en su especialidad, los 60 vallas, con los 60 lisos. No sé si el hispano cubano disfrutó algún día del son, esa mezcla que también unió con notas musicales el Caribe y la península ibérica. A simple vista, al atleta se le ve más de Orishas -con ese toque europeo-, para pintarrajear la música clásica con los toques hip hop. Pero quién sabe, en cuestión de gustos, todo puede pasar.

Lo que sí cautivó la atención de la práctica totalidad de los atletas fue la entrada de la Real Banda de Gaitas de la Diputación en el escenario deportivo. This is Galicia, que diría el guiri. De hecho, el vínculo viene de años atrás, cuando Xosé Lois Foxo, director y fundador de la formación musical, compuso un himno para la Federación Galega de Atletismo. Teléfonos encendidos y cámaras a grabar.

A medida que avanzaba el reloj, Adrián Ben hizo de las suyas en las semifinales de 800. Y el público ourensano vio por fin a Alejandro Fernández, el suyo. Era el más veterano de la final de 3.000 metros, pero siempre ha sido ambicioso y se la jugó, para jolgorio de la afición ourensana. Después pagó esa osadía, pero que le quiten lo bailado. Para el broche de la tarde, todos pendientes de la carismática Ana Peleteiro y el triple salto femenino. Era su primera competición bajo techo del año, lo suyo se lo jugará en el verano. Pero aún así, superioridad y oro para otra de las estrellas del atletismo gallego. Y aún falta la sesión final. Puro espectáculo, aquí, en casa.

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