Ana María Pereira Pérez responde al retrato robot del ourensano del 2019. Mujer, 48 años y del sector servicios. Es la propietaria de la peluquería Anna Myren de la capital. Nació en Ourense el 23 de abril de 1971.
Hace 21 años decidió abrir su propio negocio, una peluquería en A Ponte, donde estuvo 9 años. Se trasladó al centro, a la calle Ramón Cabanillas, hace 16, con el mismo negocio. «Era la típica estudiante de instituto y en 3º de BUP decidí cambiar a FP y hacer peluquería. Durante este tiempo he podido hacer lo que más me gusta, desde 1998», relata. El secreto: reciclarse profesionalmente, estar en el trabajo y tener un buen equipo. Al hablar de las mujeres de su generación, indica que conoce a más de una que ha puesto su propio negocio. Y sobre la situación actual de la ciudad, afirma: «Falta un poco de alegría, sobre todo en el comercio, un poco de ayuda institucional. En la calle a veces se respira cierta tristeza, sobre todo cuando ves que algún negocio se cierra. Y eso que el ourensano es un persona que consume, lo vemos aquí en mi negocio. Igual en otras ciudades más industriales es diferente. Como tenemos muchos funcionarios, gente con trabajo estable, para negocios como el mío es bueno», explica.
Además en su sector, la peluquería, Internet no hace ha hecho tanto daño: «Hay que saber adaptarse. A nosotros no nos ha afectado porque nuestro sector sigue siendo muy artesanal, pero hay otro tipo de cambios. Por ejemplo, antes era más habitual ver a las mujeres todas las semanas en la peluquería solo para peinarse». Sobre la situación de la ciudad afirma: «Echo de menos más comercio, más vida en la calle. Cuando yo empecé a trabajar, en 1998, no había un bajo vacío en el centro de Ourense para poder alquilar, era imposible. Hoy es evidente que ha cambiado y que se ven muchos, cada vez más», recuerda.