Sesenta modelos no profesionales presentaron la nueva colección por las calles del casco histórico
30 oct 2019 . Actualizado a las 16:49 h.Tras ocho años sin asomarse a las pasarelas, el diseñador gallego Adolfo Domínguez volvió a sacar sus creaciones a la calle y lo hizo a lo grande en pleno corazón histórico de la ciudad de Ourense. En medio de una gran expectación, sesenta modelos no profesionales desfilaron por un recorrido de doscientos metros en la zona monumental para presentar en exclusiva su nueva colección otoño-invierno. El espectáculo, más pegado a sus raíces ourensanas que nunca, incluyó la actuación de un grupo de pandereteiras y performances musicales y artísticas. La experiencia pionera se completó con una filmación que captará el espíritu del desfile en una pieza audiovisual que la marca difundirá internacionalmente, en una promoción para Ourense más allá de cualquier frontera.
La nueva colección de Adolfo Domínguez, que ya está a la venta, se desarrolla alrededor del concepto de la no identificación de género, incluyendo algunas prendas que pueden sur utilizadas tanto por hombres como por mujeres. La conexión con Galicia del diseñador ourensano está más viva que nunca y ya estuvo presente en la colección 2018-2019, con subcolecciones como Toxo, Fento o Cíes, que lograron incrementar en un 6,4 % las ventas comparables de la ropa de mujer de la compañía en un total de 22 países.
A escasos metros de la catedral de Ourense y apenas minutos después de concluir el primer desfile en ocho años, la consejera delegada, su hija Adriana Domínguez, indicaba: «Estamos en un momento de reinventarnos y renovarnos y lo más importante es volver al origen. Creo muy fuertemente, después de vivir 16 años fuera, que en un mundo tan globalizado el verdadero valor es ser de algún sitio y tener un sabor en particular». Sobre la apuesta por volver a las pasarelas y hacerlo con modelos de una «belleza imperfecta», Adriana Domínguez explicaba: «Este ha sido el primer desfile de muchos, pero cada uno tendrá un formato diferente». Abrió, además, la puerta a más desfiles en Ourense.
Entre los modelos se encontraban algunos de los rostros que participaron en sus primeras colecciones, como Moncho Conde Corbal, protagonista de la campaña de 1982 La arruga es bella.