Después de un intensísimo año electoral, empiezo mis vacaciones el lunes. Aprovecharé para desconectar, pero estoy seguro de que no podré evitar leer las noticias que generen los primeros pasos de los gobiernos en coalición de Democracia Ourensana y del PP en el Concello y en la Diputación.
Gonzalo Pérez Jácome es alcalde desde el pasado día 15 y su gestión se limita, por ahora, a la organización interna de la corporación. El día 2 de julio se aprobará el reparto de sueldos, pero la propuesta ya se conoce. Más de la mitad de los concejales cobrarán del Concello. Eso, por lo menos, ya ha quedado atado. Pero, además, en los próximos días veremos qué personas contratan como asesores en cada grupo. Estoy seguro que habrá fichajes sonrojantes que inevitablemente transmitirán la idea de que muchos llegan a la política para servirse de ella; no con vocación de servir a los demás.
Pero en fin, con eso ya arreglado, el gobierno municipal y el provincial deberán empezar a trabajar de verdad y tendrán que demostrar que Partido Popular y Democracia Ourensana pueden entenderse pese a los constantes enfrentamientos que protagonizaron durante los últimos cuatro años (e incluso más). Los desprecios, los insultos y las denuncias forman parte del pasado. José Manuel Baltar y Gonzalo Pérez Jácome comparten wasaps, sonrisas y posan juntos para la foto.
Han pactado por el bien de Ourense, dicen. Lo que hagan a partir de ahora dirá si es así o no. La ciudad y la provincia necesitan un impulso y el tiempo determinará si ellos son capaces de dárselo.