El deporte cambia a ritmo vertiginoso y el que tiene dosis de espectáculo más todavía. Con el paso de los años, la NBA trasladó sin pudor al resto del planeta lo que en el deporte norteamericano llaman series mundiales, o apelativos similares según la marca. Hoy en día, quizás sea la selección española la que espere por Marc Gasol o Serge Ibaka, para afrontar la cita intercontinental de China, después de medirse a Curry y sus colegas. Más clásica es una final de la Copa de Europa, ahora Champions League, en Madrid. Por cierto, donde se jugó la final de la Copa Libertadores de América, hace nada. De las barras bravas a los hooligans ingleses, todo un muestrario de dudosas costumbres a partido único.
Nosotros también escarmentaremos en carnes propias y tenemos nuestro pequeño catálogo de finales. Una histórica, la del Club Ourense Baloncesto que treinta años antes se estrenó en la ACB y ya piensa en otra gesta en Bilbao, final a cuatro en Miribilla con 9.000 aficionados empujando al favorito local. Algún ourensano se dejará ver y nuestro equipo, por supuesto.
El Cidade de As Burgas es otro que busca ascenso a la máxima categoría, en este caso del fútbol sala femenino. Será un ida y vuelta con las catalanas de La Concordia, empezando también el próximo fin de semana. Y no olvidemos que el Ourense Envialia peleará la Copa en Burela. Nadie puede descartarlas de antemano. Entre otros retos, queda la futbolera Copa Diputación entre el Velle y el Atlético Arnoia; aunque incluso el Barbadás, mira a Tercer, jugando contra el Viveiro y apostando en otros campos, porque aún no hay vacantes.