El presidente del Gobierno dio un pequeño paseo por el centro y celebró una comida-mitin en Expourense
16 abr 2019 . Actualizado a las 20:23 h.La última vez que Pedro Sánchez estuvo en Ourense fue el 15 de marzo del año 2017, en plenas primarias contra Susana Díaz por el liderazgo del PSOE. Este martes volvió a la ciudad y no solo es secretario general de su partido, sino que también es presidente del Gobierno. Y muchos de los dirigentes ourensanos que hace dos años no querían ni verlo, ahora buscan desesperadamente una foto con él. Pese a las dudas iniciales, Sánchez sí genera ahora un consenso interno casi unánime (entre otras cosas, porque los afines a Pachi Vázquez, claramente susanistas, están ya fuera del partido). Así, su visita de ayer sirvió para inyectar ánimo al PSOE ourensano de cara a las próximas citas electorales.
La presencia de Sánchez contribuyó, además, a cicatrizar, al menos por ahora, la crisis que provocó la alteración de las listas para las municipales. «Rafa, te voy a echar una mano para que seas el próximo alcalde de Ourense», dijo el presidente durante su discurso en la comida-mitin que compartió en Expourense junto a unos 300 militantes socialistas. Previamente, el candidato del PSOE a la alcaldía de Ourense, Rafael Rodríguez Villarino, había pedido un aplauso del público para quien inicialmente iba a asumir esa responsabilidad, José Ángel Vázquez Barquero. Este, que también estaba presente, se levantó de su asiento y fue jaleado con más o menos pasión por los asistentes, incluido Pedro Sánchez, que hizo un gesto de aprobación mientras escuchaba la escena desde su mesa.
Previamente, el secretario general del PSOE dio un fugaz paseo por la ciudad, desde As Burgas hasta la Alameda pasando por la praza Maior. En ese pequeño recorrido, Sánchez tuvo la oportunidad de saludar a muchos curiosos y de escuchar varios piropos. Acostumbrado como está a ello, la anécdota más llamativa de su paseo tuvo que ser el recibimiento que el BNG dio al presidente. El Bloque tiene su sede en la rúa das Burgas y colocaron un altavoz con el volumen a tope para que Sánchez escuchase la sintonía de la organización nacionalista. Él está en campaña, pero también los demás.