Los Reyes nos trajeron fútbol. Ya saben, los problemas del Madrid, genialidades de Messi para tirar del Barça, y el Atlético y el Sevilla que siguen peleando por reivindicar el cartelito de aspirantes a todo. Hasta nos quedó algún resquicio inglés de que lo que se ha convertido en Boxing Day extendido, pero los nuestros, los de aquí todavía velan armas, salvo aquellos que tenían compromisos pendientes en la Copa Diputación.
Y del futuro, ¿qué? De momento, el 2019 nos presentó un proyecto de lo más ilusionante y una comunión que, no por esperada -la sintonía ya era buena-, deja ser de lo más interesante. Porque el Pabellón Club de Fútbol y la Escola Deportiva Ourense tienen por definición muchos puntos comunes que han quedado plasmados ahora mediante un convenio. Manuel Meiriño y Javier Caldas «Butra» ya lucían muchos tintes franjiverdes en su ADN y el apadrinamiento de un Borja Fernández también con corazón pabellonista nos define un cauce casi natural para entendimiento fluido entre ambas estructuras de cantera.
Fútbol base con identidad, sin duda, y que puede servir de ejemplo para que el entramado provincial en las categorías inferiores se vaya afinando del mejor modo y con las pautas convenientes, las que faciliten que esos niños captados en el fútbol 8 puedan integrarse paulatinamente en los campos más grandes. O que incluso logren emular, a no mucho tiempo vista, al citado Borja o David Ferreiro en esa competición que polarizan entre los epicentros de Madrid y Barcelona, con tantos futbolistas de nombres no tan rimbombantes, pero de grandes fundamentos.