El Porriño puso a prueba la concentración de los unionistas en defensa
19 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Con suspense, con sufrimiento, con una expulsión, pero de nuevo dejando la portería a cero (por octavo partido) y ganando por la mínima. La UD Ourense tiró de fuerza, aunque no tuviese brillo, para doblegar a un Porriño Industrial que no se mostró timorato en O Couto a pesar de su condición de colista. Un triunfo que los deja terceros en la tabla, tras la derrota del Barco.
Con un tempranero gol -remate de cabeza de Rubén Arce a los seis minutos tras jugada de Marquitos por la banda izquierda- y presionando con intensidad la salida de balón de los industriales, los rojillos dominaron la primera mitad, aunque fueron de más a menos. Los unionistas le quitaron el balón a los porriñeses antes de que pudiesen enlazar y, si no, aparecía Pato, como en un mano a mano con Claudio (min 24).
Sin más ocasiones claras, se llegó al descanso. Y en la segunda parte, continuó la tónica pero con un juego menos contundente de los locales. El Porriño se dejó ver más a menudo arriba y pudo tener algo más de fluidez con el balón pero sin finalizaciones. Los porriñeses podían hacer ataques más largos y causaban más sensación de peligro. Currás movió el banquillo y el equipo, con Luis González, volvió a asentarse.
En ataque, los locales aparecían a cuentagotas, como en un contragolpe que pudo culminar Fondevila, pero que cortó saliendo el meta del Porriño con el pie. Los ourensanistas tuvieron que concentrarse en las tareas defensivas para salvar su mínima ventaja. Ahí se mantuvieron fuertes pese a que el Porriño puso a prueba la intensidad de los locales, que tuvieron que sacar algún balón de la inmediaciones del área de Pato.
Pero la tranquilidad aparente se rompió con un final tenso entre Rubén Arce y el portero Fer. El atacante unionista le encaró y el meta atrapó el balón. Cuando Arce se retiraba, el portero dejó la pierna y el ourensano reaccionó empujándole. Lo pagó con la tarjeta roja directa. Con seis minutos de prolongación, la grada vivió con suspense la recta final.
La UD Ourense tuvo una postrera ocasión a balón parado con un disparo de Hugo al larguero y con un córner forzado por este. Pero el Porriño también se aproximó con la estrategia, aunque demostró que pese a su intención le falta acierto.
UD OURENSE:? Pato, Josu, Codeso, Corzo (Luis González, min 60), Vieytes, Viti, Rubén Arce, Fondevila (Adrián Vaz, min 70), Hugo García, Rubén Durán y Marquitos (Presas, min 55).
PORRIÑO INDUSTRIAL: Fer, Bruno, Portas, Alberto, Pelo, Areal, Pedro (Carlos Campo, min 62), Edu, Benja (Richi, min 50) Claudio y Caramés (Pana, min 69).
Gol: 1-0, min 6, Rubén Arce, de cabeza.
Árbitro: Méndez Castro (A Coruña). Expulsó con roja directa a Rubén Arce (min 88) y amonestó a Josu, Fer, Bruno y Carlos Campo.
Incidencias: O Couto. Unos dos mil espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el exjugador del CD Ourense Delmiro Pérez y por el empresario José Manuel Pérez Canal.
Fernando Currás reconoce que no estuvieron cómodos en ataque
Fernando Currás reflexionaba sobre el encuentro que les da tres puntos más: «Foi un partido que arrancamos moi ben. Aínda que pareza un contrasentido, non nos sentou ben poñernos por diante no marcador tan pronto. Non era a intención dos futbolistas». El entrenador de la UD Ourense apuntaba que a sus jugadores les costó sujetar el balón y que les faltó continuidad en el juego de ataque. «Deixamos que o Porriño fose o Porriño que, con balón, son fiables aínda que anárquicos e asumen riscos», remachó. En todo caso, en la primera parte, mencionó, solo tuvieron la ocasión desbaratada por Pato.
Según Currás, el equipo mejoró en la segunda parte, con la entrada de Luis González. «Deunos moito, igual que Presas e Adrián, cando peor o estabamos pasando, pero non conseguimos o segundo gol da tranquilidade e todo foi máis confuso».
Sobre el coste para la plantilla que puede tener este partido, el técnico indicó que a Josu le costó terminar, pues acabó cojo y con la expulsión de Arce, tuvo que reestructurar el equipo sobre el campo, poniendo a Adrián de carrilero y a Hugo por la banda. «Acabei con sensacións máis positivas, pero custa moito gañar os partidos. Gustaríame resaltar o nivel do Porriño e o esforzo de concentración que esixe ter os números que temos. O máis difícil está por vir», concluyó.