El cuchillo del pan se impuso al cúter

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

José Fernández

Un huido de la justicia desde octubre desistió de un atraco al enfrentársele la empleada del local

17 nov 2018 . Actualizado a las 11:03 h.

La empleada de una tienda de alimentación de la avenida de Marín no se anduvo por las ramas. Cuando Gonzalo G. A. la amenazó el domingo, pasadas las nueve de la noche, echó mano del cuchillo que utiliza para cortar el pan y se negó a entregar «la caja», como le exigía el asaltante desde el otro lado del mostrador. De haber sabido que se trataba de un hombre experimentado, con un largo historial policial y judicial, tal vez hubiera reaccionado de otro modo, pero lo cierto es que la determinación de la trabajadora desarmó al ladrón, que huyó sin más. La intervención de la joven, que expresamente trató de evitó cualquier protagonismo, acabó siendo determinante, a los tres días, para la detención del sospechoso.

El protagonista de este frustrado robo debería haber llevado encima un dispositivo electrónico que permitiera su control policial. Tiene deudas con la justicia. Su historial incluye un buen número de causas en Palma de Mallorca y también, desde el pasado día 22 de octubre, una reclamación por haberse desprendido de la pulsera electrónica que debería llevar instalada, para control judicial, hasta el año 2024.

La víctima del robo, tras alertar de lo ocurrido a su jefe, llamó a la policía. Ofreció cuantos detalles le pidieron. Y las fuerzas de seguridad empezaron a buscarlo, aunque, al final, fue la misma mujer la que acabó dando con el frustrado ladrón, sin saber que ser trata de alguien que a sus 32 años cuenta con nueve detenciones anteriores. Lo vio caminando por una de las calles de O Vinteún. Sin dudarlo, alertó a la policía, que movilizó medios con la urgencia que el caso requería para localizarlo y detenerlo. Pudo, posteriormente, identificarlo como la persona que el domingo había entrado en la tienda, a la hora del cierre, interesándose por la comida para gatos. Salió y volvió a los pocos minutos, probablemente después de observar que no aparecía nadie por las inmediaciones y gozar de impunidad. Exhibió un cúter para intimidar a la empleada, pero acabó huyendo al responder ella esgrimiendo un cuchillo de trabajo, de los que tenía tras el mostrador.

Al ser detenido por la policía el miércoles, Gonzalo G. A. llevaba en su poder una navaja y unos guantes de látex, por lo que la policía presume que tenía intención de cometer algún delito.

Después de pasar a disposición judicial, el detenido fue trasladado a la prisión de Pereiro, según informa la Policía Nacional.