¿Y las demás?

Edith Filgueira DE ALGUNA MANERA

OURENSE

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Salir de noche siempre es una aventura. Pero todavía lo es más volver a casa. Cuando los pies, las conversaciones y el hígado ya no dan más de sí, viene el momento de decirse unas a otras que, cuando lleguen, avisen por el grupo de WhatsApp. Y también ese instante en el que los hombres sueltan desde su perceptible posición de seguridad: «Te vas a coger un taxi? ¡Si yo vivo más lejos y voy andando!». Justo ahí respondo con otra pregunta: «¿Cuántos tipos de taxista dirías que hay?». Las respuestas de una sola noche dan de por sí para otra columna de opinión. Pero nunca hacen una clasificación que nosotras entendemos como básica: los hay que cuando pagas y te bajas del coche esperan para ver que entras en el portal sin percances y los hay que cogen el dinero y vuelven cuanto antes a la parada, que aún quedan clientes esperando y el que primero vuelva, se los lleva.

Y lo triste no es que haya dos tipos de taxistas. Lo triste es que solo hay un tipo de políticos: de miras cortas y electoralistas.

La semana pasada era noticia que el pleno del Concello aprobaba la implantación de las conocidas paradas antiacoso en el itinerario de las líneas de autobús. El concejal de Infraestructuras sacaba pecho afirmando que es una medida que el gobierno municipal viene tratando hace tiempo -no se sabe cuánto- con la empresa de transportes. Hay un problema, señor Araújo: solo existen dos líneas de autobús nocturno. ¿Y las demás? ¿Cómo pueden volver las que no viven en esos dos trayectos? ¿Por qué algunas no tienen más opción que el taxi o el miedo?