Una muestra internacional, sin horizontes ni barreras, llena de arte la galería Visol de la capital
20 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Galería de Arte Visol añade nuevas personalidades a las firmas que representa como artistas de la galería introduciendo a artistas internacionales en la muestra Atelier Verano del 18.
Las sorprendentes construcciones de Gabi Carrera se compensan con la pureza de las formas sobrias de Javier Diéguez. Raúl Álvarez sumerge al espectador en un refrescante baño en aguas mansas, azules y cristalinas. Sombra vertical de sol de agosto mece la silueta convertida en marioneta de unos hilos invisibles en un magnífico grabado de X. Poldras.
Alonso muestra una escena de Manhattan donde se recortan las puntas de los rascacielos sobre un cielo contaminado y azul como bloques de asfalto que cierran el sol en picado del atardecer con sombras severas y geométricas y corazas urbanas. Los caballos surrealistas de Martínez remiten a Bernardo Nieves en el dramático uso de los abruptos contrastes de luces y sombras y los sugerentes caballos flotantes de hipertrofiadas extremidades como las de los elefantes de Dalí. El mundo imaginativo y la cromática festiva de Villalobo con un trazo que mezcla muralismo plástico con raíces cubanas y primitivismo afroamericano. Acceder al subconsciente como un fluido de pensamientos sin el filtro castrante de la norma social civilizada de la sociedad burguesa con una figuración automática y cierto informalismo en el aprovechamiento de las posibilidades expresivas del soporte por la espesa pasta que Vidal Souto afianza con aditivos multiplicando las cualidades cromáticas, táctiles en base al espesor que define la imagen a través del trazo inteligente de vigorosa gestualidad y un vitalismo de una espiritualidad no contaminada, primitivismo panteísta o chamánico de energía desatada y caudal emocional con contenido de agudo existencialismo dramático, temperamental y extraordinariamente libre, brut, cromatismo valiente y exuberancia tropical que se yuxtapone a cierto ascetismo imponente y transforma en vitalismo y expresión, latido vital, pluralidad y pasión en una personalidad artística que ha reinventado los lenguajes plásticos para marcarlos con su propia caligrafía.
A Marcela Santorum le interesa el cambio, el vaivén de la vida. Realiza una personal interpretación del paisaje, conceptual y expresiva, no exenta de contenido feminista.
Resultan innovadores los planos en los que el artista iraní Hanoos superpone la escena como un travelling paracinematográfico con un efecto que reconstruye todos los tramos del objeto visual.
La Joie de vivre de la cubana María Consuelo y Barreiro. La abstracción geométrica de contenido existencial de Luis Medina. Concretismo, constructivismo. Estilizaciones de la figura humana convertida en vector minúsculo que transita incomunicado por un paisaje de bloques geométricos que reducen el espacio hasta en los vacíos. Coplanaridad y el dinamismo de los contornos negros en espacios metafísicos de Chirico.
Deslumbrante resulta el dominio de la luz que Tono Lorenzo imprime a sus obras. El artista reproduce con maestría ambientes y sensaciones a través de la pincelada suelta y un trazo que resulta controlado y gestual, sabio en la construcción de las figuras y en el misterio de la reserva. Impresionismo contemporáneo como el de Ron Hitks en el equilibrio de lo que revela y oculta y sus interiores construidos que se transforman en espacio tangible, humanismo y emoción. La presencia de la atmósfera es cautivadora y su análisis como urban sketcher resolutivo pero su captación de la luz es comparable a la de Sorolla desde la intencionalidad propia de un artista impactante.
El mundo caleidoscópico de Choin a través de la pequeña Pupet viajera y Lugrís Vadillo, espléndido heredero del surrealismo gallego más unido a la vanguardia. Alexandro desdibuja la realidad desde su trazo genial de artista inclasificable y creador incansable.
Interesantísimos grabados de Prado de Fata. Expresionismo informalista de Gilmer, expresionista Xulio Rodríguez y colosal Miguel Couto. Referentes de la fotografía contemporánea Plácido Rodríguez, Ana Gil y Neco Soares. Soles del argentino Adrian Pandolfo y bodegones de Valcárcel y Huerta del Río. La genialidad de Fernando Barreira y Soledad Penalta, el misterio de Guzpeña, el vitalismo de Rivada, la ironía como revulsivo social de MAEC y Baamonde, Flor, el intimismo de Sula Repani y María Lezón, Alejos, Eligio, las esculturas de Lola Catalá, Antonio Souto, Luis de las Cuevas, Figueiras, Víctor Lorenzo, Xavier Costa y Luis Estévez y el grabado virtuoso de Yolanda Carbajales entre otros componen el magnífico crisol de culturas.