Bamio

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

28 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Será porque cuando era pequeño en el colegio nos llevaban una vez a la semana hasta el Bamio. No fue mucho tiempo, pero además de para aprender a dar un par de raquetazos la experiencia nos servía para pasar un buen rato de convivencia. Cursaba séptimo de EGB y no volví al Bamio hasta después de acabada la carrera universitaria. Ya nada era lo mismo. La instalación presentaba claros síntomas de decadencia y el olor a gasolina que llegaba desde los bajos donde se improvisó una pista de karting nada tenía que ver con las imágenes de tenis e infancia que tenía en mi cabeza. Quizás sea por esos recuerdos, pero la propuesta de Democracia Ourensana de recuperar para uso municipal la instalación me agrada. Nadie puede negar que un complejo de estas características tiene mucho potencial. Cierto es que habrá que entrar con pico y pala para ponerlo al día, pero también lo es que mucho más dinero costaría hacerlo de nuevo. También que el pabellón de Os Remedios pide apoyo a gritos. Un informe aporta cifras que para nada están fuera de mercado, ya que la operación apenas superaría los tres millones de euros. Otra cosa es que la gestión sea viable desde la perspectiva municipal, pero al menos la propuesta merece la pena ser examinada. Y es que nunca sobran espacios donde practicar deporte, sobre todo, si se entiende desde la vertiente infantil y juvenil cuando tiene mucha más importancia la educación en valores y el respeto que el resultado del partido, aunque a veces cuando uno asoma a algunos campos de fútbol de la ciudad sienta vergüenza ajena al ver a progenitores desgañitándose en la banda en el papel del padre de Neymar.